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Ética

Integridad de la Ciencia y de las Publicaciones

La influencia de las revistas depredadoras

Salud y Fármacos
Boletín Fármacos: Ética y Derecho 2021; 24(2)

Tags: fraude, integridad de la ciencia, Medline, Bookshelf, Scopus, Pubmed, PMC, revistas indexadas, OMICS, Elsevier

Un artículo publicado en Nature [1] describe como las grandes bases de literatura científica perpetúan la influencia de los artículos de baja calidad que se publican en revistas depredadoras, lo resumimos a continuación.

Las revistas depredadoras son aquellas que tienden a publicar ciencia de baja calidad y se desvían de las mejores prácticas editoriales (no hay explicaciones claras sobre el funcionamiento de la revista, se comunican de manera persuasiva y solicitan artículos a través de tácticas agresivas de correo electrónico; la revisión por pares es de mala calidad). Es frecuente que estas revistas cobren por publicar trabajos sin someterlos a un escrutinio adecuado por editores o revisores expertos; y suelen ser poco claras sobre los cargos asociados con la publicación. Publican artículos de baja calidad que pueden incluir información falsa o engañosa.

Desafortunadamente, no hay una forma clara de distinguir las revistas depredadoras de otras publicaciones legítimas con poca experiencia editorial. Sin embargo, se sabe que hay bases de datos que incluyen los artículos que se publican en estas revistas (por ejemplo, PubMed y hasta hace poco Scopus), pero no se ha podido dimensionar la magnitud del problema.

Pubmed contiene 30 millones de citas, que provienen de Medline, Bookshelf (que contiene predominantemente libros, informes, bases de datos y otros documentos) y PubMed Central (PMC) que contiene el texto completo de artículos que los mismos autores divulgan. En EE UU, todos los autores que reciben financiamiento público, tienen que divulgar los resultados a través de PMC, aunque no cumplan con los requisitos de Pubmed. Consecuentemente, PMC es susceptible a ser infiltrada por las revistas depredadoras. El resultado es que Pubmed podría estar legitimando artículos que no cumplen con sus estándares de calidad [2].

OMICS Publishing Group, con sede en Hyderabad, India es una de las editoriales más grandes, cuenta con 700 revistas que ha sido acusadas de prácticas predatorias, y ha publicado muchos de los artículos que han ingresado a PMC. En agosto de 2016, fue demandada por la Comisión Federal de Comercio de EE UU por prácticas injustas y engañosas; y en marzo de 2019, un juez la condenó a pagar US$50,1 millones al gobierno de EE UU porque sus “prácticas desleales y engañosas” habían infringido la Ley de la Comisión Federal de Comercio [2].

El tribunal dijo que la empresa había hecho afirmaciones engañosas a académicos e investigadores sobre la naturaleza de sus conferencias y publicaciones y les ocultó los altos costos de publicación. Además, muchos artículos fueron publicados por OMICS con poca o ninguna revisión por pares y muchas de las personas que aparecían como editores no habían aceptado afiliarse a la revista [2].

OMICS es también la editorial que publica la mayoría de los artículos depredadores en la base de datos de PMC, y las becas del gobierno federal se utilizaron para pagar un alto porcentaje de ellos [2].

Scopus había llegado a incluir los artículos de más de 324 revistas que podrían catalogarse como depredadoras [3] y que entre 2015 y 2017 publicaron más de 164.000 artículos, lo que equivale al 2,8% de los artículos indexados en Scopus durante ese periodo. Los investigadores utilizan esas bases de datos con frecuencia y, por lo tanto, cuando citan artículos de baja calidad o con datos inventados podrían contribuir a divulgar literatura no confiable [4].

Elsevier, que gestiona Scopus, dice que ha dejado de indexar los artículos nuevos que se publican en el 65% de las revistas que podrían ser depredadoras, pero el contenido antiguo permanece indexado.

En 2017, PubMed emitió pautas sobre las revistas en que los autores deberían publicar. Pero hacer un seguimiento de estos títulos es difícil, porque las revistas depredadoras cambian continuamente de nombre y editor, y su número sigue aumentando.

Referencias

  1. Dalmeet Singh Chawla. Hundreds of ‘predatory’ journals indexed on leading scholarly database. Nature 08 de febrero de 2021 https://www.nature.com/articles/d41586-021-00239-0
  2. Manca A, Cugusi L, Cortegiani A, Ingoglia G, Moher D, Deriu F et al. Predatory journals enter biomedical databases through public funding BMJ 2020; 371:m4265 doi:10.1136/bmj.m4265 https://www.bmj.com/content/371/bmj.m4265
  3. Macháček, V., Srholec, M. Predatory publishing in Scopus: evidence on cross-country differences. Scientometrics 126, 1897–1921 (2021). https://doi.org/10.1007/s11192-020-03852-4
  4. Severin A, Low N. Readers beware! Predatory journals are infiltrating citation databases. Int J Public Health. 2019 Nov;64(8):1123-1124. doi: 10.1007/s00038-019-01284-3. Epub 2019 Jul 24. PMID: 31342093.
creado el 31 de Mayo de 2021