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Reclutamiento, Consentimiento Informado y Perspectivas de los Pacientes

Cómo informar sobre la suspensión de un ensayo clínico a los participantes
Salud y Fármacos, 9 de abril de 2020

La decisión de interrumpir un ensayo clínico ya sea porque el producto no aporta beneficios como o por sus efectos adversos, no es fácil. Los patrocinadores y/o investigadores tienen que encontrar el equilibrio entre el bienestar de los participantes y los futuros beneficios para la sociedad; y para los voluntarios puede representar una tragedia, pues es acabar con su última esperanza. Informar a los participantes y/o a sus familiares es más difícil de lo que a primera vista se espera. Largent y Karlawish [1] proponen una estrategia para mejorar la comunicación con los afectados.

Los autores utilizan el ejemplo de la reciente interrupción de los ensayos clínicos con aducanumab para el Alzheimer, donde algunos participantes se enteraron del fracaso del ensayo a través de los médicos de comunicación. Aunque parezca inhumano, cuando el patrocinador es una empresa que cotiza en la bolsa de valores no hay muchas alternativas. La Comisión Nacional de Mercados de Valores de Estados Unidos exige que se informe primero a los inversionistas, y esto se debe a la exigencia legal que impide que estas empresas oculten información a los que tienen intereses financieros en las compañías. Para transmitir esa información se pueden usar diferentes estrategias, incluyendo los comunicados de prensa, y con frecuencia otros medios divulgan ampliamente esos comunicados. Esto impide que los centros de investigación, por rápidos y bien intencionados que sean, puedan informar a los participantes antes de que se entere la prensa.

La solución que sugieren estos autores es modificar el consentimiento informado y los comunicados de prensa para que los participantes sepan que eso puede pasar y tengan la información necesaria cuando eso ocurra. Los autores también tienen recomendaciones para el patrocinador y para el personal del centro de investigación.

Sugieren que, durante el proceso de obtener el consentimiento informado, y en la misma forma del consentimiento, se mencione la posibilidad de que se interrumpa el ensayo. Esto es especialmente importante cuando hay antecedentes de haber suspendido muchos ensayos en esa área terapéutica, como en el caso del Alzheimer. También se puede aprovechar ese proceso para explicar que, si se discontinuara el ensayo, el patrocinador tiene la obligación legal de informar a los inversionistas antes de comunicarse con los participantes y centros de investigación; y se les pueden preguntar si quieren recibir el comunicado de prensa tan pronto como se emita, y antes de que ellos tengan la posibilidad de reunirse con el equipo de investigación.

Los comunicados de prensa podrían modificarse para incluir un agradecimiento a los participantes y algunas instrucciones que minimicen la incerteza de los participantes, como por ejemplo que recibirán una llamada del centro de investigación para agendar una cita.

Además, aunque no hay una obligación legal, desde el punto de vista ético, las compañías farmacéuticas deberían compartir los resultados del ensayo con los participantes. El personal de los centros de investigación, con quienes los participantes han establecido vínculos de confianza, deben manejar el cierre de un ensayo clínico como si se tratara de un evento adverso, es decir, haciendo llamadas y preocupándose por el bienestar de los participantes durante el periodo posterior al anuncio.

Referencia

  1. Largent EA, Karlawish J. Rescuing Research Participants After Alzheimer Trials Stop Early: Sending Out an SOS. JAMA Neurol. Published online February 03, 2020. doi:10.1001/jamaneurol.2019.4974
creado el 4 de Diciembre de 2020