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Integridad de la Ciencia y de las Publicaciones

¿Están los editores dispuestos a descontaminar las revistas médicas? (Are editors determined to sanitize medical journals?)
Milton Packer
MedPage, 6 de marzo de 2019
https://www.medpagetoday.com/blogs/revolutionandrevelation/78393
Traducido y resumido por Salud y Fármacos

Tradicionalmente, las editoriales eran artículos de opinión escritos por los editores de un periódico o una revista. A menudo pedían que se hiciera algo, condenaban cierto estado de las cosas o aprobaban o criticaban una posible ley o candidato para un cargo público. Según los estándares periodísticos convencionales, las editoriales se presentaban como ensayos sin firma, para que los lectores se centraran en el mensaje y no en el autor.

Durante décadas, lo que motivó a los lectores de revistas médicas leer los editoriales fue el mensaje. Si los editores de una publicación con buena reputación se tomaban el tiempo de escribir un artículo reflexivo, el mundo de la medicina prestaba atención. Todavía existen editoriales importantes de este estilo que se publican de vez en cuando.

Pero para la mayoría de las revistas, la naturaleza de las “editoriales” ha cambiado. Muchos editores de revistas colocan rutinariamente una “editorial” después de cada trabajo de investigación original. Los comentarios no están escritos por los editores, sino por una de las personas que revisaron el documento. Algunos tienen títulos pegadizos, tal vez con la esperanza de que algunas personas puedan leerlos. (¡Ciertamente soy culpable de esto!)

¿Qué dicen estas editoriales? ¿Cómo se beneficiarán los lectores al leerlas?

Recientemente, en una evaluación totalmente acientífica, revisé alrededor de 100 editoriales publicadas en seis revistas de cardiología durante un período de dos años. Más del 80% de los editoriales se adherían a la siguiente fórmula:

  • Este es un tema interesante.
  • Este artículo representa una contribución a la literatura médica.
  • Las limitaciones del trabajo ya han sido discutidas por los autores.
  • No tengo mayores críticas al trabajo.
  • Se necesita más investigación.

¿Suena aburrido? Lo es.

Entonces, ¿por qué existen estas editoriales? Tienen dos propósitos principales. Primero, el editorial sirve para resaltar la investigación original, por lo que a los autores les gustan. Segundo, permiten que el editor recompense a algunos de sus revisores que trabajan arduamente con una oportunidad de que sean reconocidos. Para los autores, revisores y editores, es una situación en que todos ganan.

¿Quién pierde? Con demasiada frecuencia, quien pierde es el lector. Si esperaban nuevas ideas enriquecedoras, una perspectiva diferente o una opinión contraria de la editorial, lo más probable es que se desilusionen.

¿Qué pasa si el estudio es terriblemente defectuoso y el editor no se da cuenta? ¿Pueden los lectores presentar críticas o un punto de vista alternativo?

Ciertamente pueden intentarlo, y les deseo suerte.

Si desea plantear inquietudes sobre un artículo publicado, puede escribir una carta al editor. Pero necesita hacerlo rápido. La mayoría de los editores no aceptarán las cartas que reciban más de 3 a 6 semanas después de la publicación. Y deciden qué cartas se publican. Muchos se muestran reacios a reconocer errores.

Si desea escribir un artículo más largo (es decir una editorial) que esté en desacuerdo con un artículo publicado, puede enviar una solicitud a los editores. Pero no espere una respuesta positiva. Incluso si tiene críticas válidas, los editores pueden no ser receptivos. ¿Por qué publicarían un editorial que cuestione su decisión de haber publicado el trabajo original en primer lugar?

Por supuesto, podría decidir escribir una editorial crítica y enviarla a una revista diferente. Pero a menudo eso no funcionará. Muchas revistas tienen una política permanente de que no considerar editoriales críticas con el trabajo publicado en otras revistas. (Aclaración: Tengo cargos editoriales en Circulation y en el European Heart Journal)

Entonces, si tiene un punto de vista contrario, ¿qué puede hacer?

Podría decidir escribir una “comunicación” (perspective en inglés). Esto se llama una opinión editorial, la cual se centra en un tema en lugar de en un artículo específico, pero ciertamente puede incluir inquietudes sobre un estudio específico. A muchos editores no les gustan estas “comunicaciones” porque se sienten bombardeados por ellas. Sin embargo, hay que darles crédito, otros crean un lugar especial para opiniones alternativas. (Propuse a la revista Circulation que incluyera una columna “Lo que pienso” (On my mind), que ha tenido un gran éxito).

Pero si envía una comunicación como un artículo de opinión, prepárese.

Cuando la revista reciba su comunicación, es probable que la envíe para una “revisión por pares”, a menudo a las personas específicas que su artículo critica. Así que no le sorprenda si a los revisores no les gusta su opinión. Cuando los editores reciben las críticas negativas, simplemente pueden rechazar su artículo porque “no pasó la revisión por pares”.

Imagine eso. Escribe un artículo de opinión que se basa en tu interpretación de la evidencia médica, pero no puede publicarlo, ya que lo revisa las personas cuyo trabajo está desafiando.

El resultado final: es realmente difícil publicar un punto de vista contrario o poco convencional en la literatura médica.

Los revisores no deben rechazar un artículo porque les hace sentirse incómodos. Se supone que deben emitir juicios basados en las fortalezas o debilidades de la evidencia y los argumentos del autor. Lamentablemente, muchos revisores y editores han olvidado que puntos de vista contrarios pero reflexivos son parte de la esencia de las revistas y un componente esencial de la misión de la ciencia.

El resultado: gran parte de la literatura médica ha sido esterilizada.

No me malinterpreten. A nivel personal, no me quejo. Hago mi tarea. Preparo argumentos convincentes. Tiendo a ser muy persistente. Mi antigüedad permite un cierto privilegio (con razón o no). Y todos mis puntos de vista y perspectivas se publican finalmente en revistas muy respetadas. Pero, ¿qué tan típico soy? ¿Cuántos autores son tan afortunados?

Imagine solo cómo será para un escritor menos veterano, menos persistente y menos persuasivo que desee presentar y puede respaldar válidamente un importante punto de vista opuesto, pero no puede encontrar una plataforma receptiva. ¿Cuántos autores que están empezando su carrera se negarían a incorporar opiniones que los editores exigieran específicamente como condición para la aceptación de su artículo?

La medicina necesita desesperadamente una plataforma protegida para publicar abiertamente posiciones contrarias a las que mantienen la mayoría y un diálogo cortés. Los editores de revistas deberían abrazar esta idea con gusto. Si lo hacen, revitalizarán la ciencia de la medicina y mejorará dramáticamente la diversidad de opiniones y la amplitud de la discusión. Si no damos la bienvenida a puntos de vista contrarios, moriremos escuchando el eco de nuestras voces en nuestra propia cámara. ¡Qué horrible muerte!

creado el 4 de Diciembre de 2020