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Farmacias

Canadá. Ex presidentes de la entidad que vigila a los farmacéuticos recibieron pagos cuestionables de compañía farmacéutica
(Former presidents of pharmacist watchdog received questionable payments from drug company
Jesse McLean
The Star, 18 de diciembre de 2017
https://www.thestar.com/news/gta/2017/12/18/former-presidents-of-pharmacist-watchdog-received-questionable-payments-from-drug-company.html
Traducido por Salud y Fármacos

En un día nublado de junio, Mark Scanlon se sentó a tomar notas en la sala de audiencias del Colegio de Farmacéuticos de Ontario.

Fue uno de los tres jueces del Colegio que escuchaba una moción contra farmacéuticos acusados de cobrar sobornos ilegítimos de compañías farmacéuticas que querían colocar sus medicamentos en los estantes de las farmacias.

Scanlon es un antiguo miembro del comité del Colegio, un organismo profesional autorregulado responsable de asegurarse de que los farmacéuticos cumplen las normas.

También es uno de los dos ex presidentes del Colegio que recibieron pagos cuestionables de una compañía farmacéutica, según descubrió Star.

El dinero proviene de McKesson Canadá, un mayorista farmacéutico que suministra medicamentos de venta con receta a las farmacias canadienses, incluyendo las tiendas propiedad de Scanlon y Esmail Merani, su sucesor como presidente del Colegio

Ambos hombres todavía están en el comité del Colegio que maneja asuntos disciplinarios.

En Ontario, es ilegal que las compañías farmacéuticas den dinero en efectivo o incentivos para inducir a una farmacia a almacenar sus productos. Estos pagos ilegales se conocen como descuentos y los críticos dicen que comprometen la independencia profesional de los farmacéuticos y pueden inflar artificialmente el precio de las recetas de genéricos.

El dinero de McKesson para algunos de los miembros prominentes del Colegio equivale a descuentos, alegó un farmacéutico en un correo electrónico reciente al organismo regulador.

McKesson dijo que sus pagos a las farmacias son legales y que el dinero no está vinculado a la venta de medicamentos. Más bien, los “pagos de acuerdo al valor de mercado” reembolsan a los dueños de las farmacias por “buena voluntad profesional y servicios”, dijo la compañía en un comunicado.

Desde su farmacia en Peterborough, Scanlon dijo que usa el dinero de McKesson para mejorar los servicios que ofrece a sus pacientes. Dijo que heredó el trato que el dueño anterior de la farmacia daba a McKesson.

“No soy alguien que se sumerge profundamente en el origen del dinero, cómo lo obtenemos, quién lo paga y cosas de esa naturaleza”, dijo Scanlon. “Primero soy farmacéutico y luego dueño de un negocio”.

Merani, que es copropietario de cuatro farmacias en el área de Ottawa, le dijo a Star que todo lo que hace es muy claro y dirigió cualquier pregunta sobre los pagos a McKesson. Ni él ni Scanlon dijeron cómo estos pagos difieren de aquellos que el gobierno prohíbe.

McKesson tiene acuerdos con grupos de farmacias independientes, conocidos como pancartas (banners), que garantizan que el mayorista suministrará al menos el 95% de los medicamentos genéricos y de marca de la farmacia, según documentos internos de McKesson obtenidos por Star.

Según estos acuerdos, McKesson brinda “apoyo” a las tiendas. Los documentos internos de la compañía muestran que McKesson paga a las farmacias con sede en Ontario por una variedad de cosas, como publicidad, intercambio de datos y algo llamado subsidio de estándares de pancarta.

Los pagos se otorgan a las farmacias que forman parte de las cadenas I.D.A., Guardian y Remedy’sRx. Las farmacias de Scanlon y Merani son de I.D.A.

“La relación entre una farmacia de pancarta y McKesson Canadá es mutuamente beneficiosa”, dijo un portavoz de McKesson.

The Star compartió detalles de los pagos descritos en los documentos de McKesson con varias personas que investigan la industria farmacéutica, incluyendo a Paul Grootendorst, profesor asociado de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Toronto.

Los pagos son cuestionables bajo las regulaciones de reembolso de Ontario, dijo Grootendorst, agregando que es difícil saber si los servicios provistos por las farmacias fueron proporcionales al monto pagado por el proveedor del medicamento.

“Todo es parte de un intento de no violar ninguna de las reglas, pero al mismo tiempo darle a la farmacia un descuento”, dijo.

La relación de McKesson con los farmacéuticos ha estado bajo escrutinio en otras partes de Canadá. En 2013, el mayorista acordó pagar Ca$40 millones (1US$=Ca$1,28) al Consejo de Seguros de Salud de Quebec tras una investigación sobre un “programa de cumplimiento” en el que los farmacéuticos almacenaron ciertas marcas de medicamentos genéricos a cambio de beneficios no especificados. McKesson no admitió ninguna responsabilidad y dijo que su participación en el programa ahora difunto era voluntaria.

Como parte de su investigación sobre las relaciones entre las compañías farmacéuticas y los profesionales de la salud, Star obtuvo varios documentos internos de McKesson, incluyendo acuerdos con las farmacias pancarta, una presentación corporativa, una plantilla de factura y una cadena de correos electrónicos.

Una presentación de diapositivas de McKesson muestra que la compañía está alentando a sus empleados a eliminar el término “descuento” de su vocabulario corporativo.

Los registros no muestran los montos específicos pagados en dólares a las farmacias.

Como incentivo inicial para firmar un contrato a largo plazo y unirse a las cadenas de farmacia The Guardian o I.D.A., McKesson ofrece a las tiendas un pago inicial de hasta el 18% del total de sus ventas anuales de medicamentos genéricos, según una fuente de McKesson familiarizada con los acuerdos. El cheque podría oscilar entre un par de cientos de miles de dólares a más de Ca$1 millón, dijo la fuente.

Un vocero de McKesson no respondió a preguntas sobre la firma de incentivos.

Scanlon, farmacéutico de tercera generación, compró su farmacia de Peterborough en 2013 y dijo que no investigó los detalles sobre los pagos de McKesson.

“No necesito saber qué (pagos) son, no necesito saber exactamente cómo se producen. Lo que quiero saber es si alguien que tiene un negocio similar está obteniendo un trato mejor que yo. Y pido garantías sobre eso”, dijo.

“Llegué a este acuerdo con ellos con la suposición y la creencia de que no están haciendo lo que se supone que no deben hacer”.

Scanlon se desempeñó como presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ontario desde septiembre de 2014 hasta septiembre de 2015. Le sucedió Esmail Merani, que administra una farmacia en Carleton Place, cerca de Ottawa, que compró con un socio a principios de los años noventa.

Merani se negó a hablar sobre el dinero que recibe de la compañía que suministra medicamentos de venta con receta a sus farmacias.

“Habla con McKesson. . . ellos saben para qué son los pagos. Yo no lo sé “, dijo. “Si hay reglas y crees que las estamos infringiendo, entérate. Todo lo que hago está bien: 100%”.

En todo el país, enormes cantidades de dinero pasan de las compañías de medicamentos genéricos a las farmacias que venden sus medicamentos.

Las auditorías recientes de Revenue Canada encontraron aproximadamente Ca$84 millones en ingresos no declarados desde 2010, derivados de descuentos y otros “regalos basados en incentivos” para los farmacéuticos y sus negocios.

Se permiten reembolsos en la mayoría de las provincias. Ontario prohibió estos pagos en 2006, indicando que las compañías farmacéuticas estaban incorporando el costo de los reembolsos en el precio regulado de sus medicamentos y que el plan público de medicamentos de la provincia estaba pagando montos inflados por los medicamentos.

El gobierno finalmente tomó medidas enérgicas contra las “asignaciones profesionales”, que son pagos que las compañías farmacéuticas brindan para financiar servicios específicos para pacientes, como entregas a domicilio para personas mayores. El gobierno dijo que el dinero se estaba utilizando indebidamente y se destinó a bonos y gastos generales. El entonces ministro de salud denunció los pagos como parte de un “plan para enriquecer a las farmacias”.

Los farmacéuticos criticaron las medidas, diciendo que el dinero de las compañías farmacéuticas mantenía a flote a las farmacias comunitarias y financiaba muchos servicios prestados por farmacéuticos que el gobierno no estaba dispuesto a pagar. Sin ese dinero, dijeron los farmacéuticos, los perjudicados serán los pacientes.

Como regulador profesional, el Colegio tiene que responsabilizar a cualquier farmacéutico que acepte pagos prohibidos.

El farmacéutico Tony Gagliese alertó al Colegio sobre la relación entre McKesson y algunos de los miembros de su comité en abril de 2017.

Gagliese advirtió en correos electrónicos que “presidentes pasados” y “miembros actuales del consejo” que poseen farmacias I.D.A. estaban participando en lo que él alegaba era “comportamiento ilegal”.

Gagliese, que trabajaba como representante de ventas para el fabricante de medicamentos genéricos Ranbaxy, presentó una queja ante el Colegio en 2015, acusando a los jefes de las farmacias de Costco de casi Ca$1,3 millones en reembolsos ilegales.

En el centro de las acusaciones de Gagliese hay una conversación telefónica secretamente grabada de un director de farmacia de Costco, Joseph Hanna, explicando cuánto tendría que pagar la compañía farmacéutica de Gagliese para “reducir en gran medida la probabilidad de que alguien le quitara su negocio”. Gagliese ya no trabaja para Ranbaxy.

Costco dijo que los pagos contenciosos eran por “tarifas publicitarias” y que no estaban relacionados con su decisión de comprar medicamentos específicos de la compañía farmacéutica.

En noviembre de 2016, dos directores de farmacia de Costco, los farmacéuticos Hanna y Lawrence Varga, fueron acusados de mala conducta profesional por supuestamente aceptar descuentos ilegales de hasta cinco compañías farmacéuticas de productos genéricos. Anteriormente, Hanna había sido miembro electo del Consejo del Colegio y trabajó en los comités de disciplina y práctica profesional.

Los procedimientos disciplinarios contra los dos hombres están programados para comenzar el 15 de enero. El gobierno de Ontario también está investigando los pagos a Costco por parte de las compañías farmacéuticas.

En lo que respecta a Gagliese, algunos de los miembros más estrictos del regulador de los farmacéuticos habían cometido la misma supuesta mala conducta.

“No es apropiado que quienes están facultados por el gobierno para hacer cumplir la ley de descuentos violen esa misma ley recibiendo descuento”, dijo en un comunicado a Star.

“Socava la confianza del público en el gobierno, la industria farmacéutica, la ley y la administración imparcial de justicia”.

Un portavoz del Colegio dijo que sería inapropiado especular sobre si el pago estaba mal hecho.

“Determinar si una actividad en la que un miembro se ha involucrado es un acto de mala conducta profesional, como la aceptación de un descuento, requiere una investigación exhaustiva que considere todas las circunstancias detrás de cada caso individual y un análisis de la evidencia presentada al Colegio”, dijo un vocero en un comunicado.

El Colegio no dijo si está investigando los pagos de McKesson a sus ex presidentes, ya que todas las investigaciones son confidenciales, dijo el vocero.

“Consideramos que todos los inscritos y todas las farmacias deben cumplir con el mismo estándar y esperamos que todos los profesionales de farmacia cumplan. . . las leyes aplicables sin importar el papel que puedan o no puedan tener en el Colegio”.

En Quebec, donde McKesson pagó Ca$40 millones por los cuestionamientos a su “programa de cumplimiento”, el regulador profesional investigó a 326 farmacéuticos que presuntamente recibieron beneficios indebidos del mayorista por almacenar los medicamentos genéricos preferidos.

Los farmacéuticos acordaron pagar un total de Ca$1,6 millones a la Orden de Farmacéuticos (Ordre des Pharmaciens), la versión del Colegio en Quebec.

Los farmacéuticos que participan en este tipo de programas que dictan los medicamentos que pueden comprar están comprometiendo su independencia profesional, dijo Paul Fernet, ex presidente de la Orden de Farmacéuticos de Québec y ahora abogado especializado en asuntos de farmacia.

“Desde el momento en que te comprometes a un intercambio de dinero, o descuentos o ventajas, que limitan tu juicio profesional y tu independencia, para mí ese es un gran problema. Profesionalmente, eso es inaceptable”, dijo.

Habiendo prohibido las asignaciones profesionales, los farmacéuticos de Ontario deben encontrar diferentes formas de compensar el costo de los servicios que el gobierno no cubre, como el tiempo que toma colocar los medicamentos en blisters o responder a preguntas sobre los medicamentos sin receta.

En la farmacia de Mark Scanlon en Peterborough, su farmacéutico principal trabaja 40 horas a la semana. Emplea a 14 personas, incluyendo a dos mujeres jóvenes que conoció mientras hacía trabajo misionero en un orfanato en Honduras. Todo esto es para mejorar el servicio que brinda a su comunidad, dijo.

“Si no recibiera fondos adicionales, mis ganancias serían mucho más ajustadas”, dijo. “Hago cosas porque ayudan a la gente no porque me paguen para hacerlo”.

creado el 4 de Diciembre de 2020