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Prescripción

Prescripción frecuente de antibióticos no recomendados durante el embarazo
(Pregnant women often prescribed unsafe antibiotics)
Diana Phillips
Medscape, 22 de enero de 2018
https://www.medscape.com/viewarticle/891215
Traducido por Medscape

A pesar de las recomendaciones en contra del uso de antibióticos como sulfonamida y nitrofurantoína durante las primeras etapas del embarazo, ambos se prescriben comúnmente durante el primer trimestre a las mujeres con infecciones de las vías urinarias, según muestra un estudio publicado en Morbidity and Mortality Weekly Report.

En una investigación de las prescripciones de antibióticos que informaron mujeres embarazadas con infección de las vías urinarias en 2014, investigadores de Centers for Disease Control and Prevention (CDC) determinaron que los antibióticos prescritos con mayor frecuencia durante el primer trimestre fueron nitrofurantoína, ciprofloxacina, cefalexina y trimetoprima/sulfametoxazol.

Debido al potencial riesgo de presentar defectos congénitos, el American College of Obstetricians and Gynecologists recomienda no recetar nitrofurantoína ni sulfonamidas en el primer trimestre del embarazo, excepto en situaciones donde otros antibióticos no sean clínicamente apropiados.

En el estudio actual, Elizabeth C. Ailes, PhD, del National Center on Birth Defects and Developmental Disabilities de CDC, y sus colaboradores evaluaron el cumplimiento de estas recomendaciones, que se emitieron en 2011. Utilizando datos de reclamaciones a seguros médicos privados entre 2013 a 2015 derivadas de una base de datos de seguros comerciales, los investigadores identificaron 482.917 pacientes embarazadas entre 15 a 44 años de edad y con fechas estimadas de parto en 2014.

En la cohorte de embarazadas, 34.864 (7,2%) presentaron una infección de las vías urinarias que inició 90 días antes de su último periodo menstrual estimado o durante el embarazo. De estos reclamos, el 41% ocurrió durante el primer trimestre del embarazo, escriben los autores.

Entre las mujeres embarazadas diagnosticadas con una infección urinaria, al 68,9% se le dispensó una prescripción de antibióticos, en comparación con más del 76,1% de las mujeres diagnosticadas durante los 90 días previos a su último período menstrual estimado.

El tipo de antibiótico dispensado antes y durante el embarazo fue diferente para las mujeres diagnosticadas un una infección de las vías urinarias. Específicamente, fluoroquinolonas y sulfonamidas se administraron con mayor frecuencia a las mujeres antes del embarazo (cualquier trimestre), mientras que nitrofurantoína, cefalosporinas y penicilinas se administraron con más frecuencia durante el embarazo.

Los antibióticos más frecuentemente administrados durante el primer trimestre del embarazo fueron nitrofurantoína (34,7%), ciprofloxacina (10,5%), cefalexina (10,3%) y trimetoprima/sulfametoxazol (7,6%), informaron. Por lo tanto, más de 4 de cada 10 mujeres recibieron un antibiótico no recomendado durante el embarazo.

Los hallazgos destacan consideraciones importantes sobre las prácticas de prescripción de antibióticos, tanto en general como específicamente para los antibióticos sulfonamida y nitrofurantoína al inicio del embarazo.

“Mejorar la selección de antibióticos es un aspecto importante de la administración de antibióticos ya que estos medicamentos presentan riesgos potenciales durante las etapas tempranas del embarazo, particularmente durante la organogénesis”, escriben los autores. “Dadas las recomendaciones de evitar estos medicamentos al inicio del embarazo, si es posible, y el hecho de que casi el 50% de los embarazos en los EE UU no son deseados, es importante que los profesionales de la salud de diversas especialidades conozcan estas recomendaciones y comprendan que pueden estar “tratando a dos” cuando se prescriben tratamientos antibióticos para las infecciones urinarias a mujeres embarazadas y mujeres que podrían embarazarse en el futuro cercano”.

Los autores señalan varias limitaciones relacionadas con el diseño del estudio, incluyendo el hecho de que los embarazos y los diagnósticos se derivaron de códigos diagnósticos y procedimientos, y no se validaron, la falta de detalles clínicos relacionados con los diagnósticos, la validez de la información proporcionada por la base de datos comercial y la exclusión de los antibióticos dispensados que no fueron pagados por el seguro.

Los autores han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

creado el 4 de Diciembre de 2020