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PRESCRIPCIÓN, FARMACIA y UTILIZACIÓN

Utilización

۞ Si un medicamento no tiene efectos secundarios, entonces parece que funciona aunque no sea efectivo en absoluto
(The lack of side effects of an innocuous treatment facilitates the development of erroneous belief in its effectiveness)
Blanco F, Barberia I, Matute H.
PLoS ONE 2014;9(1): e84084. doi:10.1371/journal.pone.0084084
http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0084084
Resumido por los autores

Como bien saben las asociaciones de consumidores y los colegios de médicos, es habitual encontrarnos con anuncios de productos milagro que prometen la curación de los problemas de salud más variopintos sin producir ningún efecto secundario. No pocas veces las autoridades sanitarias han tenido que llamar al orden a la industria o a los comerciantes por vender productos supuestamente curativos que en realidad no tienen ningún efecto terapéutico más allá del placebo. Estos placebos, pues no se los puede llamar de otro modo, gozan de una holgada popularidad y un atractivo entre el público que los puede hacer incluso peligrosos, al sustituir a los medicamentos que sí han demostrado su eficacia.

Pero si los productos milagro a la venta en farmacias, herboristerías y otros comercios no tienen ninguna eficacia para tratar enfermedades, ¿cómo es que son tan populares? Tal vez uno de los motivos por los que tienen tanta aceptación radica en que a menudo se anuncian como ausentes de efectos secundarios, una afirmación que a menudo es correcta. Por otro lado, los medicamentos convencionales como antibióticos, analgésicos, etc., pueden provocar molestias de sobra conocidas, tales como malestar gástrico, a pesar de funcionar aceptablemente bien como remedios.

En un reciente artículo, propusimos que un sesgo cognitivo subyace a la mencionada preferencia del público por los remedios alternativos incluso a pesar de su completa ausencia de valor terapéutico. Para comprobarlo, realizamos un experimento en el que unos participantes voluntarios reclutados a través de Internet podían decidir si le administraban o no una nueva medicina a una serie de pacientes “virtuales” aquejados de una enfermedad, en una especie de videojuego online. Sin que los participantes fueran advertidos de ello, en realidad la medicina que estaban utilizando en el experimento era completamente inútil contra la enfermedad que estaban tratando (ni siquiera era capaz de producir efecto placebo). El videojuego estaba programado para que un número elevado de pacientes se curara espontáneamente, independientemente de si había tomado la medicina o no. Esta situación es equivalente a la de muchos problemas de salud comunes, como resfriados o jaquecas, que desaparecen por sí solos al cabo de un tiempo.

En primer lugar, los investigadores observamos cómo el falso medicamento era utilizado por los voluntarios que participaron en el experimento mucho más a menudo si se presentaba como “libre de efectos secundarios”, tal como parece ocurrir también en la vida real. Pero el dato más interesante es que cuanto más a menudo los voluntarios usaban el supuesto medicamento, más sobreestimaban su eficacia. En definitiva, muchos acababan creyendo que un producto sin valor terapéutico alguno era de hecho muy eficaz para tratar una enfermedad en el experimento.

Análisis posteriores sugirieron que ese efecto de la ausencia de efectos secundarios sobre la creencia en la capacidad curativa del falso medicamento que hemos descrito estaba mediado por la frecuencia con la que los voluntarios decidían usarlo. Es decir, un medicamento que no produce efectos secundarios no parece más efectivo directamente, pero sí invita a un uso más frecuente, lo que finalmente deriva en la sobreestimación de la efectividad.

Como consecuencia de este trabajo, propusimos que, de cara a prevenir la creencia en productos milagro totalmente ineficaces, las autoridades sanitarias deberían poner el énfasis en el beneficio de usar medicamentos que han demostrado su efectividad científicamente, y no tanto en la levedad o ausencia de efectos secundarios, ya que esto último puede llevar a que un placebo sin ningún valor terapéutico se perciba como muy efectivo.

creado el 25 de Junio de 2014