Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

ÉTICA Y DERECHO

Investigaciones

Conflictos de interés en la revisión Cochrane de la vacuna del papiloma
Jörg Schaaber ,ISDB
http://www.nogracias.eu/2013/05/09/conflictos-de-interes-en-la-revision-cochrane-de-la-vacuna-del-papiloma/
Traducido por No Gracias, 9 de mayo de 2013

En el último número de la revista de la International Society of Drug Bulletins (ISDB), Jörg Schaaber denuncia los conflictos de interés que existen entre los investigadores que están elaborando la Revisión Cochrane de la vacuna del papiloma virus. Esta es la traducción del texto con comentarios propios al final

“Las Revisiones Cochrane sobre intervenciones terapéuticas en medicina son una fuente importante de información para los boletines de medicamentos y los prescriptores. Sin embargo, existe una creciente preocupación porque la industria farmacéutica está tratando de apropiarse de las Revisiones Cochrane para sus propios fines. La revisión en curso de la vacuna del papiloma ejemplifica esto [1].

La revisión sistemática de la evidencia acerca de un tratamiento es fundamental. La Colaboración Cochrane es un actor importante en este campo. En 2003, la influencia de la industria sobre Cochrane ya había llevado a acalorados debates [2] y a la introducción de salvaguardias en 2006 [3]. Sin embargo, las reglas son obviamente insuficientes.

El protocolo para la Revisión Cochrane de la vacuna del papiloma virus incluye una amplia gama de conflictos de interés. De los 12 autores que tienen un papel importante en la revisión, dos tercios (ocho) tienen conflictos de intereses con los fabricantes de vacunas y dos de ellos han participado en los estudios principales de la vacuna.

Uno de ellos, J Dillner, está implicado en muchos pasos de la Revisión Cochrane en curso: el diseño del estudio, el apoyo metodológico y la redacción de la Revisión. También participa en la “revisión crítica” final de textos que ha escrito él mismo [5] que podrían favorecer la mala interpretación de los datos. En mi opinión, esto es muy problemático, ya que Dillner fue el autor principal de la publicación que revisó los datos de cuatro años de los estudios FUTURO I/II [4]. En estos estudios, la presentación de los datos fue selectiva y engañosa y existían algunos muy importantes que no fueron publicados [5].

El otro autor Cochrane involucrados en los mismos estudios es M Steben. A diferencia Dillner, ni siquiera mencionó su participación en estudios que serán evaluados por la Revisión Cochrane. Cuando un periodista le preguntó por qué no se mencionaban estos trabajos éste respondió: “Como estoy trabajando para una institución pública me considero independiente” [6]. Steben también dirige su propia compañía. Declaró en el protocolo Cochrane que recibió el apoyo de numerosos fabricantes de productos farmacéuticos (incluidos los fabricantes de vacunas), personalmente, para su empresa y para el instituto en el que está trabajando.

Otros autores de la revisión Cochrane también deben ser examinados. A Schneider participó en un ensayo de uno de las vacunas [7] pero no lo mencionó en el protocolo Cochrane. A Hildesheim está involucrado en un ensayo clínico en curso [1].

Steben y Schneider también han actuado como líderes de opinión clave para la introducción de la vacuna del papiloma. Steben describe la vacuna en la revista Canadian Family Physician como una “super vacuna” [8] Schneider afirmó en un video de internet que la vacuna está “libre de efectos secundarios”[6].

Otros dos investigadores de la Revisión rechazan el argumento común de que todos los buenos investigadores tienen conflictos de intereses. Tom Jefferson llama a esta apreciación “disparate”. Peter Gøtzsche del Centro Nórdico Cochrane añade que un buen conocimiento metodológico y estadístico es la clave para una revisión sistemática y no, necesariamente, un conocimiento profundo del tema [6].

ISDB ha llevado estas preocupaciones a la Unidad Editorial de Cochrane, que ha analizado los problemas y ha pasado el asunto al Panel de Arbitraje Cochrane [9] El resultado no se conoce todavía”.

Referencias
1. Arbyn M, Bryant A, Beutels P et al. Prophylactic vaccination against human papillomaviruses to prevent cervical cancer and its precursors (Protocol). Cochrane Database of Systematic Reviews 2011; 4: CD009069.
2. Moynihan R. Cochrane plans to allay fears over industry influence. BMJ 2003; 327: 1005.1.
3. The Cochrane Collaboration. Commercial sponsorship and The Cochrane Collaboration. 2013; http://www. cochrane.org/about-us/commercial-sponsorship [accessed 17 March 2013].
4. FUTURE I/II Study Group, Dillner J, Kjaer SK et al. Four year efficacy of prophylactic human papillomavirus quadrivalent vaccine against low grade cervical, vulvar, and vaginal intraepithelial neoplasia and anogenital warts: randomised controlled trial. BMJ 2010; 341: c3493.
5. Gerhardus A, Razum O. A long story made too short: surrogate variables and the communication of HPV vaccine trial results. J Epidemiol Community Health 2010; 64 (5): 377.
6. Berndt C. Wie sich die Pharmaindustrie in die Forschung einschleicht. Süddeutsche Zeitung, 22 de febrero de 2013.
7. Schwarz T et al. Persistence of immune response to HPV vaccine. Human Vaccines 2011; 7 (9): 958.
8. Steben M. Do you approve of spending $300 million on HPV vaccination? Can Fam Physician 2008; 54: 174-7.
9. Mail from David Tovey to ISDB, 15 de febrero de 2013.

Nota de los Editores de No Gracias. El texto es preocupante pero, a la vez, esperanzador. Preocupante porque los conflictos de interés amenazan la credibilidad de Cochrane. Esperanzador porque esta institución cuenta con procedimientos colegiados para resolverlos y éstos son públicos y transparentes.

Es necesario recordar que tener un conflicto de interés no significa automáticamente que se actúe parcialmente o se tomen decisiones deliberadamente injustas. Sin embargo, dada la evidencia de que, globalmente, los autores con conflictos de interés tienden a favorecer a las compañías que les pagan o han pagado, es prudente que, dichos autores, no participen en la elaboración de Guías de Práctica Clínica, Comités de Asesoramiento Institucionales o revisiones tan cualificadas e influyentes como las Cochrane. Es lo de la mujer del Cesar…

Ya comentábamos en la entrada sobre la legislación sunshine norteamericana que la declaración, por parte de las compañías, de las relaciones que realizan con los médicos y científicos va a permitir identificar con más facilidad a los profesionales con un enfoque más “comercial”. Este desarrollo profesional no debería ser compatible con el enfoque “académico” o “institucional” o, al menos, contar como puntos negativos a la hora de hacer la selección (y no como ahora que cuenta como puntos positivos). Veremos cómo acaba esta batalla.

modificado el 28 de noviembre de 2013