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Ética

Integridad de la Ciencia y de las Publicaciones

Hay que ser riguroso con las citas en las publicaciones científicas, máxime en una pandemia

Salud y Fármacos, 7 de febrero de 2021
Publicado en Boletín Fármacos: Ética y Derecho 2021; 24 (1)

Tags: integridad de la ciencia, revistas médicas, académicos, buenas prácticas de publicación, autores, evidencia, publicaciones científicas, retracciones, citas de artículos, Covid, pandemia

A comienzos de este año Science publicó los resultados de una evaluación de las 200 publicaciones científicas más recientes que citan dos artículos que fueron objeto del escándalo y acabaron siendo retractados [1]. Estos artículos se publicaron en el the New England Journal of Medicine y The Lancet y utilizaron una enorme base de datos de Surgisphere. Esta base de datos era tan grande, que inmediatamente se levantaron sospechas sobre su existencia, y se descubrió que al menos algunos datos eran falsos [2].

El artículo en NEJM (mayo 1 de 2020) corroboraba los hallazgos de otros que afirmaban que las personas que consumen ciertos medicamentos para la presión arterial que desarrollan COVID -19 no enfrentan mayor riesgo de muerte que el resto. El artículo de The Lancet (mayo 22 de 2020) decía que la hidroxicloroquina podría causar más daño que beneficio a los pacientes con COVID-19. Si bien finalmente se demostró que la hidroxicloroquina no es eficaz contra el virus, esta publicación detuvo un gran ensayo clínico y avivó un debate divisivo sobre el medicamento. Las retracciones de ambos artículos ocurrieron el 4 de junio.

Science encontró que más de la mitad de las publicaciones (105) que analizaron, todas ellas posteriores a la retracción de ambos artículos, citaron a los artículos retractados para apoyar sus hallazgos científicos, sin mencionar los problemas que se habían identificado. Algunos de estos artículos habían incluido los datos de los artículos retractados en un metaanálisis. Además, según Science, varios artículos citaron sin sentido crítico la versión preliminar de un artículo sobre la ivermectina y el Covid-19, que también utilizó la base de datos de Surgisphere, pero no hay un procedimiento estándar para retractar las publicaciones preliminares. A continuación, resumimos la información publicada por Science.

Elizabeth Suelzer, bibliotecaria de referencia en el Medical College of Wisconsin, escribió sobre las controversiales citas de un artículo publicado en 1998 en el Lancet que vinculaba las vacunas al autismo, que posteriormente fue retractado. Para Suelzer, el problema del COVID-19 es tan álgido que, a pesar del escándalo con las dos retracciones en estas revistas de alto impacto, los equipos editoriales siguen aceptando publicaciones sin hacer el escrutinio apropiado.

Ivan Oransky, cofundador del sitio web Retraction Watch, opina que estos errores garrafales y escalofriantes ocurren porque frecuentemente los autores no revisan las referencias, ya sea voluntariamente o por negligencia. Según él, muchos autores copian las citas de artículos que les parecen relevantes sin haberlos leído.

Si bien muchos de los artículos que citaron indebidamente a los artículos retractados se habían publicado en revistas poco conocidas, al menos una docena lograron superar los filtros de las revistas de renombre, entre las cuales se encuentra PLOS ONE y Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Los editores de ambas revistas, tras ser contactados por Science, se comprometieron a corregir las referencias y a emprender acciones para prevenir problemas similares en el futuro.

Algunos editores de otras revistas prominentes expresaron argumentos atenuantes, tales como que la cita al NEJM no afectaba los hallazgos (revista Stroke) y por lo tanto no ameritaba correcciones, o que la revista no revisa si ha habido retracciones o actualizaciones posteriores a la publicación de la versión original (revista Nature Communications)

Suelzer considera que las citas inapropiadas de artículos retractados son difíciles de justificar y menciona la existencia de herramientas como Retraction Watch, que es una base de datos gratuita de todas las retracciones. Oransky afirmó que, en las publicaciones de temas biomédicos, hasta el 90% de las veces que se citan artículos que han sido retractados no se mencionan los problemas que surgieron con esa publicación, por lo que considera que el que lo hayan hecho un 50% es una mejora.

Referencias

  1. Piller, C. Disgraced COVID-19 studies are still routinely cited. En Science22 de enero de 20221; 371(6527): 331-332. DOI: 10.1126/science.371.6527.331 https://science.sciencemag.org/content/371/6527/331
  2. Salud y Fármacos. El Lancet y el New England Journal of Medicine retractan estudios sobre Covid 19 que utilizaban datos de Surgisphere. En Boletín Fármacos: Ética y Derecho 2020; 23(3): 41-46. https://www.saludyfarmacos.org/lang/es/boletin-farmacos/boletines/ago202004/21_el/
creado el 25 de Febrero de 2021