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Distribución y Farmacia

Argentina. ¿En manos de quién quieren dejar el manejo de los medicamentos?
Mirada Profesional, 13 de octubre de 2017
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El grupo Pegasus es un típico ejemplo de fondos de inversión, que se diversifican en busca de negocios y poder. Entre sus componentes están Merrill Lynch (fondos buitres) y Construcciones Caputo. A ellos quieren darles el manejo de los medicamentos de los argentinos. ¿Usted confiaría en estos fondos cuyos responsables se desconocen para cuidar la salud de su familia?

“El mercado decidirá si producimos acero o caramelos”. La frase dicha por el ex ministro de Economía José Martínez de Hoz es una síntesis perfecta del liberalismo económico, que hoy parece volver de la mano de una modelo que deja librado al capital las principales decisiones, incluso algunos que van contra la ley. Ese es el caso del intento de desembarco de Farmacity en la provincia de Buenos Aires, que amparado por el poder político de turno intenta romper una ley de más de tres décadas y actualizada hace casi dos años. Además del peligro que representa para las farmacias independientes, la llegada de la cadenera del grupo Pegasus deja en manos de grupos de inversión el manejo de los medicamentos y la salud de los bonaerenses. Acostumbrados a los negocios y a las inversiones, poco –o nada –saben de sanitarismo, y se mantienen en las sombras. Por eso esta es una pelea de todos, no sólo de los farmacéuticos. ¿O usted, querido lector, les dejaría el cuidado de su familia a tipos desconocidos ocultados en paraísos fiscales?

Hace tiempo que MIRADA PROFESIONAL hurga detrás de los verdaderos dueños de Farmacity, que desde la llegada del macrismo se reagrupa para potenciar su poder de fuego. En 2015 denunciamos que el fondo de inversión Merrill Lynch era propietario del 18% del paquete accionario de la cadena, entre acciones ordinarias tipo A y B. Ahora, Pegasus busca fortalecer su poder a través de alianza con otras empresas, muchas ligadas muy fuertemente al poder político actual, el mismo que le permite volver a la carga con su idea de operar en la provincia de Buenos Aires.

Al comienzo de la presidencia de Macri, el diario La Nación confirmó la alianza estratégica entre los dueños de Farmacity y la constructora Caputo, de Nicolás “Nicky” Caputo, el mejor amigo del presidente Mauricio Macri. Juntos comenzaron la expansión del grupo en el rubro inmobiliario, de la mano de dos personas de mucha confianza del poder, como son el propio Caputo y su compañero de gabinete, Mario Quintana.

La lista de grupos y fondos de inversión que están directa o indirectamente conectados con Pegasus sorprende, y cambia año a año. En la división Rukánde este grupo, dedicada a los negocios inmobiliarios, participan inversores locales e internacionales, como Woods Staton (McDonalds) y el financista de Wall Street Michael Chu. De esta forma, conviven con Farmacíty otras empresas como Freddo y Musimundo, además emprendimiento de servicios financieros (con Agro Asset Backed Financing), de agroindustria (la láctea Pampa Cheese) y del mercado inmobiliario. Todo muy variado, todo muy pro mercado.

En esta variedad de negocios, con fondos que llegan de paraísos fiscales y su origen es cuanto menos dudoso, se monta la cadena que intenta manejar los medicamentos de los bonaerenses y de los argentinos. Más allá de los argumentos jurídicos (el federalismo como eje de la discusión, la imposibilidad de que la justicia modifique leyes aprobadas por el Congreso), y la pelea de las farmacias, los vecinos que cada día van a los mostradores deberán preguntarse qué pasará cuando del otro lado haya solo un empleado de un fondo de inversión. ¿Qué pasará cuando las políticas de precios de los medicamentos se decidan en mesas de bufetes asentadas en paraísos fiscales? ¿Quién garantizará la calidad de ese medicamento cuando esos fondos se hagan de los laboratorios nacionales de producción de medicamentos, de esa prestación, si quienes dicten las reglas son grupos pensados para cualquier cosa menos para garantizar salud?, en poco tiempo. ¿Quién entregará los medicamentos para que tomen los pacientes? ¿Los mismos que venden departamentos, helados, paquetes accionarios o plazos fijos?

Algunos políticos quieren que lobistas se queden con todo, que le confiemos la salud de la gente. Con la mano en el corazón, señores jueces, ¿ustedes dejarían que sean ellos quienes atiendan a sus nietos?

creado el 4 de Diciembre de 2020