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Precauciones

Estudio advierte sobre el riesgo de Alzheimer en pacientes tratados con algunos medicamentos para el cáncer de próstata (Study warns of Alzheimer’s risk in some prostate-cancer drugs)
Melinda Beck
The Wall Street Journal, 7 de diciembre de 2015
Traducido por Salud y Fármacos

Los hombres que toman medicamentos que bloquean la testosterona tienen casi el doble de riesgo de desarrollar enfermedades que los que utilizan otros tratamientos, según un estudio de historias clínicas que se publicó el lunes.

La terapia de privación de andrógenos, también conocida como castración química, disminuye los niveles de testosterona y otras hormonas masculinas que pueden alimentar el crecimiento del cáncer de próstata. Sin embargo, se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes, colesterol alto, impotencia, pérdida de masa muscular, depresión, ginecomastia y sofocos en hombres. Y varios estudios muestran que no mejora las tasas de supervivencia en los hombres con cáncer de próstata localizado.

Aún así, según el estudio, unos 500.000 hombres estadounidenses están tomando estos medicamentos para el cáncer de próstata, en parte dicen los expertos, porque quieren hacer algo y pueden no ser candidatos para la cirugía o la radiación.

Otis Brawley, director médico de la Sociedad Americana del Cáncer, que no participó en el estudio, dijo que el estudio refuerza su visión de que “debemos ser muy rigurosos al decidir quién debe recibir la terapia hormonal y quién no debería”.

La privación de andrógenos se ha utilizado para tratar el cáncer de próstata metastásico desde 1940, y los estudios han demostrado que puede mejorar la supervivencia cuando se utiliza junto con la radiación en los hombres con tumores con un alto riesgo de propagación. Pero estas drogas no se recomiendan para el grupo mucho mayor de hombres con cánceres localizados, de bajo riesgo. Los expertos dicen que, en muchos casos, los tumores tienen un crecimiento tan lento que podrían dejarse sin tratar y no causarían síntomas durante la vida del paciente.

El uso de medicamentos anti-andrógenos, incluyendo Lupron, Zoladex y Eligard, creció mucho en la década de 1990, y algunos críticos lo atribuyen a las altas tasas de reembolso para los urólogos que administraban las inyecciones. De acuerdo con un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, cuando los reembolsos de Medicare para los medicamentos se redujeron en un 40% en 2003, su uso se redujo de 39% a 26% de los hombres con cáncer de próstata localizado en el 2005.

El uso de medicamentos anti-andrógenos ha seguido disminuyendo en estos pacientes a menos de 10% en 2009, a medida que más hombres con tumores de bajo riesgo han optado por la vigilancia activa, de acuerdo a un estudio en European Urology año pasado.

Las ventas totales de los medicamentos anti-andrógenos, sin embargo, siguen aumentando.

Para el último estudio, que fue publicado en el Journal of Clinical Oncology, los investigadores de Stanford y la Universidad de Pennsylvania analizaron las historias clínicas electrónicas de Stanford Health Care en Palo Alto, Calif., y en el Hospital Mount Sinai en Nueva York. Identificaron 16,888 pacientes con cáncer de próstata no metastásico entre 1994 y 2013. De ellos, casi 2.400 fueron tratados con terapia anti-andrógenos, y tuvieron un riesgo 88% mayor de ser diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer en los próximos tres años que los que no recibieron el tratamiento. Un subconjunto de pacientes que recibieron la terapia durante más de 12 meses tuvo más del doble de riesgo.

Los hombres tratados con terapia hormonal tienden a ser mayores y estar más enfermos que los que reciben cirugía o la radiación, pero los autores dicen que ajustaron el análisis por tales factores.

Los autores también observaron que mientras que el estudio es el primero en relacionar la terapia anti-andrógenos a la enfermedad de Alzheimer, la testosterona se ha demostrado que ayuda al crecimiento de las células del cerebro y modula la acumulación de la proteína-B amiloide, el principal componente de las placas amiloides que se observan en los pacientes de Alzheimer. Los niveles bajos de testosterona también se asocian con mayores tasas de diabetes, derrames cerebrales y enfermedades del corazón, lo que aumenta el riesgo de enfermedad de Alzheimer.

Quoc-Dien Trinh, urólogo del Hospital Brigham y Women’s de Boston, que no participó en el estudio, dijo que los medicamentos anti-andrógenos pueden prolongar la supervivencia cuando se utilizan junto con la radiación en algunos casos. Pero dijo que este estudio es una prueba más de que “nunca debemos usar la terapia de privación de andrógenos sola para el cáncer de próstata localizado.”

Además de cuantificar el aumento del riesgo de enfermedad de Alzheimer en estos pacientes, los autores destacaron que el estudio demostró cómo se pueden usar los registros médicos electrónicos para facilitar la investigación. “No podemos hacer un ensayo controlado aleatorio para todo, pero para las preguntas que los médicos y los pacientes tienen, podemos arrojar algo de luz con el análisis de datos”, dijo Nigam H. Shah, autor principal del estudio.

creado el 19 de Febrero de 2016