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ÉTICA Y DERECHO

Publicidad y promoción

Muchos datos + grandes farmacéuticas = mucho dinero
(Big Data + Big Pharma = Big Money)
Charles Ornstein
ProPublica, 10 de enero de 2014
http://www.propublica.org/article/big-data-big-pharma-big-money
Traducido por Salud y Fármacos

¿Necesita un recordatorio de lo mucho que las farmacéuticas gastan para descubrir lo que los médicos están prescribiendo? No busque más, basta con nuevos documentos del principal responsable que guarda estos datos.

IMS Health Holdings Inc. dice que ganó casi US$2.000 millones en los primeros nueve meses de 2013, gran parte de ellos por obtener datos de las farmacias y venderlos a las compañías farmacéuticas y a las biotecnológicas. Los ingresos de la firma en 2012 llegaron a US$2.4000 millones, un 60% a partir de la venta de esa información.

Las cantidades se han hecho públicas porque IMS, actualmente en manos privadas, recientemente ha pedido hacer una oferta pública de acciones. El prospecto de la compañía permite tener un conocimiento reciente de la enorme cantidad de dólares así como del enormes volumen de datos que fluye a través de una empresa que no ha sido muy estudiada.

A IMS y a sus competidores se les conoce como los intermediarios de información sobre medicamentos recetados. Visitadores médicos, a partir de datos de las empresas intermediarias, pueden saber antes de entrar en la oficina de un médico si él o ella favorece las ventas de sus productos o los de algún competidor. Este sector empresarial es controvertido, ya que algunos médicos y pacientes dicen que constituyen una amenaza a la privacidad de la información médica.

La cantidad de datos que guarda la industria intermediaria es enorme. IMS, con sede en Danbury, Connecticut, dice que sus archivos incluyen “más del 85% de las recetas del mundo y de los ingresos por ventas “, así como los registros médicos completos, anónimos de 400 millones de pacientes.

Todo esto llega a sumar 10 petabytes de material– o alrededor de 10 millones de gigabytes, una cifra aproximadamente igual a todos los sitios de la web y libros en Internet, películas, música y programas de televisión que han sido almacenados sin fines de lucro en el Internet Archive.

IMS Health dice que anualmente procesa y ordena más de 45.000 millones de transacciones de atención médica procedentes de más de 780.000 fuentes diferentes en todo el mundo. “Todas, las 100 empresas farmacéuticas y las biotecnológicas más grandes del mundo son clientes” de sus productos, según consta en el prospecto de la empresa.

El Dr. Randall Stafford, profesor de la Universidad de Stanford que ha utilizado datos de IMS para su investigación, dijo que la compañía ha crecido notablemente en los últimos años mediante la adquisición de competidores y de otras empresas que obtienen y analizan datos. A medida que la industria farmacéutica se ha consolidado, dice, IMS ha evolucionado ofreciendo más servicios y expandiéndose en China e India.

“Han estado tratando de reforzar su competitividad en algunas áreas al hacer todas estas adquisiciones “, dijo.

IMS ha ampliado su base de datos, especialmente de registros de pacientes anónimos, para emparejar el diagnóstico de los pacientes con sus recetas, y hacer un seguimiento de los cambios a lo largo de la vida del paciente, dijo Stafford.

IMS vende dos tipos de productos: información y servicios de tecnología. La información permite a las compañías farmacéuticas obtener una visión instantánea de las tendencias de prescripción en más de 70 países y de los datos de cada prescriptor en 50 países.

El prospecto de IMS ofrece ejemplos de las respuestas que las compañías pueden obtener de su base de datos, e incluye tales como quiénes son los visitadores médicos que generan mayores ventas por visita médica, si un visitador promueve prescripciones apropiadas, y cuanto se debe pagar a los visitadores.

La recolección y venta de datos de IMS Health han creado controversias.

Hace varios años, tres estados de EE UU aprobaron leyes que limitaban la capacidad de IMS y de otras empresas parecidas de recopilar datos sobre las recetas médicas. Era información que se vendía a las farmacéuticas, las cuales la utilizaban para marketing. La intención de los legisladores de los estados era proteger al médico y la privacidad del paciente, y reducir los costos de la atención reduciendo el marketing de los medicamentos de marca. Una vez que un medicamento pierde la protección de la patente y se convierte en genérico, su promoción esencialmente deja de ser necesaria.

IMS y otras empresas pusieron una demanda a los estados y la Corte Suprema de los EE UU dictaminó en última instancia a su favor, diciendo que la Primera Enmienda les daba el derecho de recabar y vender información. (ProPublica y un grupo de empresas de la comunicación presentaron un escrito legal que se basaba en la Primera Enmienda constitucional en favor de a IMS).

ProPublica ha intentado adquirir de IMS y algunos de sus competidores datos de algunos proveedores específicos pero le dijeron que no podía comprar la información a ningún precio.

En lugar de ello, los periodistas obtuvieron datos de Medicare sobre los proveedores de su programa de medicamentos conocido como Parte D, que incluye más de una de cada cuatro recetas a nivel nacional. Este programa está subsidiado por el gobierno federal, es decir por los contribuyentes. Ahora los datos están en Prescriber Checkup, en donde cualquier persona puede buscar a un médico específico y comparar sus prescripciones con la de otros en su especialidad en cada estado del país.

ProPublica ha encontrado que en la Parte D de Medicare, algunos de los mayores prescriptores de medicamentos de grandes ventas, recibieron honorarios de las empresas por dar conferencias sobre los medicamentos que ellas fabrican.

Los médicos y los defensores de la privacidad han sostenido que los registros de recetas podrían utilizarse para recoger información sobre la condición de pacientes específicos sin su permiso. Además, los médicos han afirmado que tienen derecho a la privacidad de sus decisiones sobre la elección de los medicamentos que prescriben, pero no se les pregunta antes de que las farmacias vendan información sobre ellos.

Stafford dijo que esas preocupaciones tienen paralelismos con las recientes revelaciones sobre la vigilancia masiva que realiza la Agencia de Seguridad Nacional.

“Es parte de un diálogo más amplio, como el escándalo que la NSA ha producido”, dijo. “Hay una gran cantidad de datos por ahí que la gente no conoce… Vivimos en una época en la que la gente puede aceptar cierta pérdida de privacidad, pero al menos quieren saber cómo se compromete su vida privada”.

En su folleto, IMS citó varios desafíos que pueden dificultar su crecimiento, incluyendo leyes de protección de datos, denuncia de violaciones a la seguridad, y el aumento de la competencia de otros compiladores de datos. En unas notas de archivo (filing notes) dijo que el Servicio Nacional de Salud (Reino Unido) en el 2001 se empezó a liberar grandes volúmenes de datos sobre las prescripciones médicas. Esta información es asequible a “poco o ningún costo, reduciendo la demanda de nuestra servicios de información “.

Hasta 2010, IMS Health era una compañía que cotizaba en bolsa. Entonces, fue adquirida por grupos de capital privado y la Junta de Pensiones de Canadá que en total pagaron US$5,2 millones, cantidad que incluía la deuda.

Bloomberg News, citando fuentes confidenciales, informó el otoño pasado que los propietarios de IMS pueden intentar valorar a la compañía en US$8.000 millones o más.

IMS Health no quiso hacer comentarios para este artículo, citando el periodo sin actividades que exige la regulación antes de que se haga una oferta pública, para la cual aún no se ha fijado fecha.

creado el 3 de Diciembre de 2014