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La industria farmacéutica cabildea con éxito en Bruselas

La industria farmacéutica ha llevado a cabo un intenso cabildeo en Bruselas para convencer a la Comisión Europea de la inconveniencia de suspender temporalmente los derechos de propiedad intelectual de las vacunas contra el Covid-19.

Así lo afirma el Observatorio de la Europa Corporativa, organización no gubernamental que sigue de cerca los lobbies más activos en la capital comunitaria y ha publicado un largo informe al respecto.

Los gobiernos de la India y Suráfrica solicitaron en la Organización Mundial del Comercio la suspensión de esos derechos para que sus laboratorios pudiesen producir vacunas suficientes con las que proteger a las poblaciones del mundo en desarrollo.

La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, afirmó al principio de la pandemia que las vacunas que se desarrollasen serían “un bien común universal”.

Sin embargo, denuncia el Observatorio en un informe, tras el cabildeo de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (EFPIA), Bruselas rechazó la petición de los gobiernos de esos dos países emergentes.

“Distintas secciones de la Comisión estuvieron en estrecho contacto con la industria para hablar tanto del suministro de las vacunas como especialmente de los derechos de propiedad intelectual”, señala el informe.

Los cabilderos del sector trataron con funcionarios de la Comisión de cómo garantizar la inclusión de reglas más estrictas sobre derechos de propiedad intelectual en los acuerdos comerciales que se firmasen con Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Indonesia o China.

Tanto la Efpia como la federación Internacional de esa industria (Ifpma, por sus siglas en inglés) calificaron la solicitud de Pretoria y Nueva Delhi de “medida extrema para un problema no identificado”. Es decir, se negaron a reconocer la existencia de un problema.

Sin embargo, según un informe del Economy Intelligence Unit del pasado enero, un total de 85 países no van a tener en marcha un proceso de vacunación hasta 2023, y cada día que pasa, vemos que la situación pandémica mundial no hace más que agravarse.

El pasado 10 de abril, sólo tres de los cincuenta y tres países africanos habían podido vacunar a un 1 por ciento de su población, por lo que algunos hablan ya de la existencia de un “apartheid vacunal”.

La industria farmacéutica india tiene capacidad para producir hasta 2.400 millones de dosis al año, pero hasta el momento sólo un laboratorio de ese país, el Serum Institute, ha llegado a un acuerdo para fabricar una de las vacunas más exitosas y podría llegar este año a un millón de dosis como máximo.

Veintiún fabricantes de genéricos de todo el mundo se han comprometido a producir vacunas en cuanto obtengan el necesario permiso, pero los grandes laboratorios se han opuesto hasta ahora al “acceso mancomunado de la tecnología contra el Covid-19”, requerido por la Organización Mundial de la Salud.

Según el Observatorio de la Europa Corporativa, el único gran laboratorio que ha llegado a acuerdos con empresas del mundo en desarrollo es la sueco-británica AstraZeneca, que los ha firmado con Indonesia, India y México, además del Japón, pero la producción es en cualquier caso pequeña para las necesidades existentes.

Un 97% del presupuesto para la investigación y el desarrollo de la vacuna de la Universidad de Oxford lo recibió AstraZeneca del sector público mientras que BionTech y Pfizer se beneficiaron de sendas inyecciones públicas de 370 millones, de Alemania, y 2.000 millones, del Gobierno de Washington (Nota de Salud y Fármacos: las contribuciones del gobierno de EE UU fueron a cambio de dosis de vacunas).

Esos dos laboratorios van a facturar este año hasta US$15.000 millones sólo por la venta de su vacuna mientras que sus beneficios pueden oscilar entre los 4.800, según los cálculos más conservadores, y los 10.000 millones.

De ahí su oposición a compartir con otros tan suculento pastel.

Nota de Salud y Fármacos. En informe de Corporate Europe Observatory que se menciona en esta noticia lleva por titulo Big Pharma’s lobbying firepower in Brussels: at least €36 million a year (and likely far more) y está disponible en este enlace https://corporateeurope.org/en/2021/05/big-pharmas-lobbying-firepower-brussels-least-eu36-million-year-and-likely-far-more

Según este informe, la industria farmacéutica tiene 290 cabilderos ubicados en Bruselas, que equivalen a 105 personas contratadas a tiempo completo; sin incluir los que actúan como consultores para avanzar las políticas que interesan a la industria. Lo que invierte la industria en este rubro supera con creces lo que puede hacer la sociedad civil. Además, según el informe, solo aquellos que no cuestionan los monopolios de las grandes farmacéuticas parecen tener acceso a los legisladores. Mientras el megafilántropo Bill Gates y el lobby pro-patentes son una fuerza poderosa que influye en la respuesta de la UE, los defensores de la transferencia de tecnología tienen las puertas cerradas. Las cifras destacadas por Deutsche Welle mostraron un desequilibrio extremo entre los opositores y los defensores de la exención de patentes de vacunas: 140 reuniones con empresas farmacéuticas y sus asociaciones, 18 reuniones con empresas genéricas, y solo una reunión con grupos pro-exención de patentes.

En Bruselas hay 65 empresas de consultoría que se dedican a producir información que luego utilizan para cabildear, 34 de ellas trabajan para Big Pharma.

EFPIA, es la empresa farmacéutica que más gasta en cabildeo, hasta €660.000 al año, y financia a no menos de 8 empresas consultoras que actúan como grupos de presión (Acumen, Hague Corporate Affairs, Incisive Health, Interel, Porter Novelli, RRP Group, Rud Pedersen PA y ZN).

El productor de vacunas Moderna no tiene su propia oficina en Bruselas y parece depender en gran medida de FTI Consulting para ejercer presión sobre la UE.

Johnson & Johnson contrató a siete empresas consultoras de cabildeo por un importe de hasta €650.000 euros.

Pfizer informa que gasta entre €800 000 y €900 000 al año en cabildeo en la UE. La compañía tiene una oficina de cabildeo en Bruselas y cuatro cabilderos con pases de acceso permanente al Parlamento Europeo. Pero el Registro de Transparencia también muestra que contrató a tres empresas consultoras de cabildeo para impulsar su influencia, por un valor de entre €950.000 y €1,2 millones al año (Fleishman Hillard, Porter Novelli y ZN).

Seis consultoras de cabildeo ganan más de un millón de euros al año en contratos con las grandes farmacéuticas:

  • Incisive Health: hasta €2,1 millones (contratada por EFPIA, MSD, Hoffman la Roche, etc.)
  • Fleishman Hillard: hasta €1,4 millones (Pfizer, Novartis, etc.)
  • FTI Consulting: hasta €1,3 millones (Moderna, Bristol-Myers Squibb, AstraZeneca, etc.)
  • Porter Novelli: hasta €1,2 millones (Pfizer, Bayer, EFPIA, etc.)
  • Acumen: hasta €1,15 millones (MSD, EFPIA, Johnson & Johnson)

En total, según las cifras de Transparency Register la industria habría invertido €36 millones en cabildeo, pero se estima que es bastante más alto. Hay un subregistro porque las industrias no informan todos los gastos, y no se incluye lo que la industria otorga a centros de investigación y a asociaciones de pacientes.

creado el 15 de Septiembre de 2021