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Prescripción

¿La aspirina diaria puede retrasar la demencia? – El ensayo ASPREE aporta una respuesta decepcionante

(Can Daily Aspirin Slow Dementia? — ASPREE trial has the disappointing answer)
Judy George
MedPage Today, 25 de marzo de 2020
https://www.medpagetoday.com/neurology/dementia/85608
Traducido por Salud y Fármacos

Etiquetas: Aspirina, Demencia

El análisis de los datos del ensayo ASPREE mostró que las dosis bajas de aspirina no redujeron la incidencia de demencia, la probabilidad de enfermedad de Alzheimer o el deterioro cognitivo leve.

Tras una mediana de seguimiento de 4,7 años, el cambio cognitivo entre los adultos mayores que tomaron 100 mg diarios de aspirina no fue significativamente diferente del que experimentaron los que recibieron placebo, informaron Joanne Ryan y Elsdon Storey de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, y coautores.

Los grupos tampoco se diferenciaron por las tasas o trayectorias de cambio cognitivo a lo largo del tiempo, informaron en la revista Neurology.

Los hallazgos están en línea con las conclusiones del informe principal de ASPREE, que la aspirina no mostró ningún beneficio en un resultado compuesto de muerte, demencia o discapacidad física persistente, sino un mayor riesgo de hemorragia grave en comparación con el placebo.

“Desafortunadamente, nuestro gran estudio encontró que una dosis baja, diaria de aspirina no proporcionó ningún beneficio a los participantes en el estudio en términos de prevenir la demencia o disminuir el deterioro cognitivo”, dijo Ryan en un comunicado.

“Si bien estos resultados son decepcionantes, es posible que la duración de poco menos de cinco años de nuestro estudio no sea suficiente para mostrar los posibles beneficios de la aspirina, por lo que continuaremos analizando sus posibles efectos a más largo plazo, y durante los próximos años seguiremos dando seguimiento a los participantes en el estudio”, agregó.

La aspirina tiene propiedades antiinflamatorias y se cree que reduce los eventos vasculares embólicos y trombóticos, dijeron David Knopman y Ronald Petersen, ambos de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, en una editorial acompañante.

“Es razonable creer que la aspirina, al reducir los infartos cerebrales pequeños o la inflamación, podría preservar la función cognitiva”, escribieron. “A pesar de algunas reservas sobre el diseño del ensayo, podemos concluir que ASPREE no apoya el uso de aspirina, en ninguno de sus roles, para el tratamiento preventivo del deterioro cognitivo”.

ASPREE fue un ensayo doble ciego, controlado con placebo que involucró a 19.114 adultos con una mediana de 74 años, residentes en Australia y EE UU. Los participantes no tenían enfermedad cardiovascular, discapacidad física o demencia diagnosticada y se asignaron al azar 1: 1 a 100 mg de aspirina o placebo. El ensayo se detuvo tras una mediana de seguimiento de 4,7 años por no aportar ningún beneficio en el compuesto primario de supervivencia libre de discapacidad.

Los investigadores utilizaron el examen de estado mini-mental modificado (Modified Mini-Mental State Examination), la prueba revisada de aprendizaje verbal de Hopkins (Hopkins Verbal Learning Test–Revised), la prueba de modalidades de dígitos y símbolos (Symbol Digit Modalities Test) y la prueba controlada de asociación de palabras orales (Controlled Oral Word Association Test) para evaluar la cognición al inicio y durante el seguimiento, y otras pruebas adicionales en las personas con sospecha de demencia, según el resultado de las pruebas o la historia clínica.

Durante una mediana de 4,7 años, 964 participantes desencadenaron más evaluaciones de demencia. En ese grupo, se adjudicaron 575 casos de demencia, y el 41% se clasificaron como enfermedad de Alzheimer clínicamente probable.

Los grupos se comportaron de forma parecida: en desencadenar una evaluación de demencia (HR 1.03, IC 95% 0.91-1.170), desarrollar una probable enfermedad de Alzheimer (HR 0.96, IC 95% 0.74-1.24) o experimentar un deterioro cognitivo leve (HR 1.12, IC 95% 0,92-1,37).

“El estudio ¿fue lo suficientemente grande y lo suficientemente largo como para detectar los beneficios de la aspirina?” cuestionaron Knopman y Petersen. “Con un tamaño de muestra > 19,000 participantes y un período de seguimiento > 4 años, la falta de detección de beneficios en ASPREE significa que el efecto clínico de la aspirina en la cognición, si existe, debe ser muy pequeño”, escribieron.

“Sin embargo, se desconoce el ritmo al que opera el efecto de la aspirina en la enfermedad cerebrovascular. ¿Qué pasa si el efecto de la aspirina tarda una década o más en expresarse? ¿Qué pasa si el riesgo sensible a la aspirina comienza a acumularse durante la edad mediana, mucho antes de que los participantes inscritos en ASPREE empezaran a recibir aspirina? Quizás los ensayos clínicos aleatorios simplemente no sirven para documentar los beneficios que surgen tan lentamente”, continuaron. “Por otro lado, los estudios observacionales que se han publicado no apoyan la afirmación de que la aspirina protege contra la demencia”, señalaron.

Dosis más altas de aspirina conllevan riesgos excesivos de hemorragia y complicaciones gastrointestinales, y “una dosis de 100 mg / día puede ser el máximo que se podría administrar de forma segura a las personas asintomáticas durante muchos años”, agregaron Knopman y Petersen. “Si bien ASPREE no pudo responder la pregunta conceptual de si alguna dosis de aspirina podría proteger la cognición en los participantes asintomáticos, ASPREE demostró definitivamente que la dosis que se puede administrar a personas asintomáticas no tuvo beneficios cognitivos”.

ASPREE tuvo un problema de adherencia; los editorialistas anotaron que más de un tercio del grupo tratado con aspirina había abandonado el medicamento al final del estudio. Los participantes estaban relativamente sanos al inicio del estudio y, en general, podrían haber tenido un menor riesgo de presentar eventos adversos. El ensayo también carecía de diversidad, ya que el 91% de los participantes eran blancos.

Declaraciones de Conflictos de Interés
El estudio fue apoyado por el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento, el Instituto Nacional del Cáncer y los Institutos Nacionales de Salud de los EE UU, El Consejo Nacional de Investigación Médica y de Salud de Australia, la Universidad de Monash y la Agencia Victoriana del Cáncer. Bayer, el fabricante del medicamento, proporcionó el medicamento de prueba y el placebo, pero no tuvo otro papel en este ensayo.

Los investigadores informaron relaciones con Bayer AG, Alkahest, NIH, los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, el Departamento de Defensa, el Departamento de Salud Pública de Illinois, la Asociación de Alzheimer, Amylyx, Eli Lilly, Genentech, Merck, Navidea Biopharmaceuticals, Novartis, Roche y Takeda.

Los editorialistas informaron relaciones con el estudio de la Red de Alzheimer de herencia dominante, Biogen, Lilly Pharmaceuticals, Samus Therapeutics, Third Rock, Alzeca Biosciences, NIH, Roche, Merck, Genentech, Eisai y GE Healthcare.

Referencias

  1. Ryan J, et al “Randomized placebo-controlled trial of the effects of aspirin on dementia and cognitive decline” Neurology 2020;DOI:10.1212/WNL.0000000000009277.
  2. Knopman D, Petersen R “The quest for dementia prevention does not include an aspirin a day” Neurology 2020; DOI:10.1212/WNL.0000000000009278.
creado el 4 de Diciembre de 2020