Más de cuatro años después de que un ex ejecutivo de Novartis hubiera demandado a la farmacéutica alegando que perdió su trabajo por sugerir que un estudio de un medicamento podría ser un tipo de soborno, un jurado ha fallado a su favor.

Min Amy Guo afirmó que la compañía la despidió después de que expresara su preocupación por el plan para hacer un estudio con el medicamento contra el cáncer Afinitor que realizaría el distribuidor de medicamentos McKesson. Statnews informa que después de muchos años de procedimientos judiciales, Guo ha ganado el juicio y una compensación de un millón y medio de dólares.

En la demanda, Guo expuso que Novartis propuso el estudio del medicamento en 2012, pero en lugar de asignar el proyecto al equipo de Guo (era la jefe del Grupo de Investigación en Economía de la Salud y Resultados de la compañía), se lo entregó al grupo de Operaciones Científicas en Oncología para que lo gestionara. Según la demanda, ese equipo se “centra en las relaciones con los clientes”.

Más tarde, Guo dijo que se sintió “vindicada” cuando otro ejecutivo de Novartis planteó las mismas preocupaciones y canceló el contrato. Aun así, Guo afirmó que Novartis tomó represalias contra ella y la despidió.

Un portavoz de Novartis dijo que la compañía está “satisfecha de que el jurado esté de acuerdo con Novartis en que la Sra. Guo violó la política de la compañía”.

“Sin embargo, estamos decepcionados y en desacuerdo con el veredicto del jurado a favor de la demandante”, agregó. “Fue despedida por razones comerciales legítimas y no discriminatorias, incluyendo la violación de la política de la compañía. Buscaremos enérgicamente todas las opciones posteriores al veredicto y de apelación del caso”.

Novartis no es ajeno a las denuncias por sobornos. La compañía actualmente enfrenta acusaciones de funcionarios de EE UU que dicen que ha estado sobornando a médicos a cambio de “prescripciones”, y la compañía ha estado involucrada en un escándalo de sobornos en Grecia durante dos años.

Aparte de esos escándalos, la compañía sufrió otro golpe en su reputación el año pasado, cuando se hizo público que pagó al ex abogado de Donald Trump, Michael Cohen, US$1,2 millones por servicios de consultoría durante la transición presidencial.