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Acceso y Precios

EE UU. Los estadounidenses cruzan la frontera con México para comprar insulina a una fracción del precio en EE UU (Americans cross border into Mexico to buy insulin at a fraction of U.S. cost)
Bram Sable-Smith
Kaiser Health News, 12 de febrero de 2019
https://khn.org/news/americans-cross-border-into-mexico-to-buy-insulin-at-a-fraction-of-u-s-cost/
Traducido por Salud y Fármacos

Cuando Michelle Fenner se inscribió para correr en la maratón de Los Ángeles, se puso a pensar: Tijuana, México, está a solo 2½ horas de viaje de Los Ángeles ¿Por qué no cruzar la frontera y comprar insulina para su hijo? “Es muy fácil cruzar la frontera”, pensó Fenner.

Hacía tiempo que Fenner había pensado en esta posibilidad. A su hijo le diagnosticaron diabetes tipo 1 hace nueve años, lo que significa que necesita inyecciones diarias de insulina. Desde su diagnóstico, el precio de lista de la generación moderna de insulina se ha disparado. El año pasado, un día le dijeron en la farmacia que un suministro de insulina para tres meses le costaría US$3.700. El precio de esa cantidad en México sería alrededor de US$600.

Entonces, cuando reservó su viaje a Los Ángeles, Fenner dijo: “Decidí que necesitábamos actualizar nuestros pasaportes, ir y obtener más insulina”.

Fenner no es el único que piensa así. El gobierno de EE UU estima que solo en California cerca de 1 millón de personas cruzan a México anualmente para recibir atención médica, incluso para comprar medicamentos de venta con receta. Y, anualmente, entre 150.000 y 320.000 estadounidenses mencionan la atención médica como una razón para viajar al extranjero. El ahorro es la razón que más citan.

Legislación sobre el ‘derecho de compra’
El año pasado, en Utah, el Plan de Salud para Empleados Públicos trasladó esta idea a un nuevo nivel con su Programa voluntario de Turismo de Farmacia (PEHP en inglés). Para ciertos miembros de PEHP que usan cualquiera de los 13 medicamentos recetados de alto costo, incluyendo Humira para la artritis, la aseguradora pagará los gastos de transporte del paciente y un acompañante a San Diego, luego los llevará a un hospital en Tijuana, México, para recoger un suministro de medicamento de hasta 90 días.

“El costo promedio de los medicamentos elegibles en EE UU debe ser superior a los US$4.500 mensuales y su costo en México debe ser entre un 40 y 60% más barato”, dijo en octubre Travis Tolley, director de servicios clínicos del PEHP, cuando anunciaba el programa.

El programa fue parte de un proyecto de ley “Derecho a comprar” promovido por el economista de la salud y representante estatal en Utah Norm Thurston en 2018. Thurston dijo que aún no hay datos suficientes para saber cuánto se ahorra con el programa; los primeros pacientes viajaron a Tijuana en diciembre.

Pero, Thurston dijo que espera que, en los próximos seis meses, los ahorros probablemente sean de alrededor de un millón de dólares.

Sin embargo, hay varias preguntas sobre los viajes para comprar medicamentos en el extranjero. La primera: ¿es legal?

Según la FDA, “en la mayoría de los casos, es ilegal que las personas importen medicamentos a EE UU para uso personal”. Pero el sitio web de la agencia explica cuándo es permisible. El sitio web de Aduanas y Protección Fronteriza de EE UU tiene en su guía una sección completa sobre cómo viajar con medicamentos “Conozca antes de ir”
https://www.cbp.gov/travel/us-citizens/know-before-you-go/prohibited-and-restricted-items#tab17.

Si bien las guías pueden dejar abiertas algunas preguntas, dijo Thurston, estas compran para uso personal son una práctica ampliamente establecida.

“Cuando hablamos con la gente sobre esto, nunca ha habido una sola persona que haya sido procesada por hacerlo. Y sucede todos los días en todos los cruces fronterizos de todo el país”, afirmó Thurston.

“El entendimiento general es que puede llevar un suministro de 90 días de una receta extranjera, a pesar de que es una violación técnica”, dijo Nathan Cortez, profesor de derecho en Southern Methodist University.

“Tengo la sensación de que la FDA no quiere preocuparse por las personas que viajan al extranjero y traen pequeñas cantidades de recetas que duran unos meses”, dijo Cortez, y agregó que “eso no significa que la FDA no pueda cambiar de opinión en algún momento y comience a tomar medidas enérgicas”.

Una segunda preocupación importante que surge en cualquier discusión sobre el turismo médico es la calidad de los medicamentos importados. Según la FDA, la razón por la cual es mayormente ilegal importar medicamentos es porque la agencia “no puede garantizar su seguridad y eficacia”. En 2017, la OMS estimó que el 10% de los medicamentos en los países en desarrollo estaban por debajo del estándar o eran falsos.

Para abordar ese problema, el programa de Utah envía a sus pacientes solo a un hospital designado y acreditado. Los pacientes individuales como Michelle Fenner deben tomar sus propias precauciones.

“Te pones un poco nervioso. Quieres asegurarte de que compras en una farmacia reconocida”, dijo Fenner. Para obtener recomendaciones de farmacias, consultas con amigos y conocidos que han comprado insulina en México. Ella llama a esas farmacias para asegurarse de que tienen el tipo de insulina que quiere comprar. Cuando se acerque el 24 de marzo, la fecha del maratón, planea llamar con anticipación para hacer su pedido.

Fenner, que divide su tiempo entre Dallas y Arvada, Colorado, dijo que la cantidad que espera ahorrar en insulina podría justificar múltiples viajes a México cada año.

Ahorro global
Fenner es solo uno del creciente número de activistas que discuten en el internet los grandes esfuerzos que hacen, que muchas veces son realmente grandes, para comprar insulina. Lija Greenseid es otra. Su hija tiene diabetes tipo 1.

Casi un año después del diagnóstico de su hija, Greenseid y su familia viajaron a Quebec, Canadá, en julio de 2014. El nivel de azúcar en la sangre de su hija comenzó a aumentar y Greenseid temía que su insulina pudiera haberse deteriorado, así que fue a una farmacia. Sin receta y temiendo que la vida de su hija estuviera en peligro, Greenseid estaba preparada para pagar una fortuna.

En cambio, la caja de plumas de insulina que normalmente cuesta US$700 en EE UU, en Canadá costaba aproximadamente US$65.

“En ese momento comencé a llorar. “No podía creer lo barato que era y lo fácil que era”, dijo Greenseid.

“Le dije [al farmacéutico]: “¿Tiene alguna idea de lo que supone comprar insulina en EE UU? Es mucho más caro”. Y él se volvió hacia mí y me dijo: ‘¿Por qué querríamos hacerlo difícil? Tú necesitas insulina para vivir’”.

Cuanto más viajaba Greenseid con su familia, más se daban cuenta de lo barata que era la insulina en todas partes excepto en EE UU. En Nuremberg, Alemania, podría obtener esa caja de plumas de insulina de US$700 por US$73. La misma cuesta US$57 en Tel Aviv, US$51 en Grecia, US$61 en Roma y US$40 en Taiwán.

“Nos acostumbramos tanto en EE UU a pensar que la atención de la salud tiene que ser difícil y muy cara que la gente ni siquiera considera el hecho de que podría ser mucho más fácil y menos costosa en otros lugares”, dijo Greenseid. “De hecho, este es el caso en la mayoría de los países”.

Esta noticia es parte de una colaboración entre Side Effects Public Media, NPR y Kaiser Health News. Es un programa de publicaciones independiente de la Kaiser Family Foundation, que no está afiliada con Kaiser Permanent.

creado el 4 de Diciembre de 2020