Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

Ética

Integridad de la Ciencia y de las Publicaciones

Esta es la cantidad revulsiva que las empresas farmacéuticas pagan a los editores de las revistas más importantes (This is the sickening amount pharmaceutical companies pay top journal editors)
Fiona Macdonald
Science Alert, 12 de abril de 2018
https://www.sciencealert.com/how-much-top-journal-editors-get-paid-by-big-pharma-corrupt
Traducido por Salud y Fármacos

El mundo de las publicaciones científicas está totalmente podrido.

Que se puede corromper a los científicos, no es ningún secreto. En el pasado, solo para mencionar un par de ejemplos, investigadores encubrieron conscientemente datos sobre el cambio climático, y los peligros del azúcar.

Pero mientras es posible comprar a la gente, el mismo método científico – la idea que una hipótesis debe observarse, testarse, replicarse y después de que los resultados hayan sido revisados por pares se publican en una revista – se ha mantenido siempre como el zenit de la objetividad, y por su propia naturaleza se asume que está libre de influencias.

Desgraciadamente, la publicación científica en los últimos años se ha sumergido en un problema serio.

A través de revistas depredadoras, sesgos, y la mentalidad de que o públicas o te hundes, la forma como practicamos el método científico de ha corrompido delante de nuestras propias narices, y ahora estamos en una situación en donde algunos estudios no se pueden reproducir.

Más recientemente, ha quedado muy claro que el sistema para publicar los resultados de la medicina basada en la evidencia también está podrido.

Cuando se habla de medicina basada en la evidencia suena muy bien. Es la forma en que obtenemos tratamientos y medicamentos que salvan vidas, y es lo que se necesita para que los nuevos medicamentos estén basados en una investigación sólida y revisada por pares.

Pero esto asume que la investigación revisada por pares estará libre de sesgos, y este no es siempre el caso.

Precisamente la última semana, un informe concluyó que muchos ensayos clínicos se aprueban en base a una evidencia increíblemente defectuosa, a veces sin que se haya publicado ningún dato.

Ahora el nefrólogo Jason Fung la ha tomado con Medium para resaltar aún más la evidencia condenatoria contra las revistas que usamos para publicar la mejor investigación académica.

Su artículo es un resumen de la información que ya está disponible, publicada como introducción a una presentación ante el Parlamento Europeo esta semana. Pero verlo todo en un solo lugar es confrontarlo.

Lo más impactante: los editores de revistas médicas reciben anualmente enormes sumas de dinero por parte de las compañías farmacéuticas.

Esto es algo que la mayoría de nosotros ya conocemos: vemos los bolígrafos patrocinados y todas las conferencias de lujo que los médicos realizan gracias a las ‘grandes farmacéuticas’.

Pero eso es solo una pequeña parte. La industria también les entrega dinero directamente.

Un artículo publicado el año pasado en el British Medical Journal examinó la cantidad de dinero que los editores de las revistas médicas más influyentes del mundo estaban recibiendo de la industria.

El 50,6% de los editores de las revistas que pudieron ser evaluadas estaban recibiendo dinero de la industria farmacéutica, en algunos casos, cientos de miles de dólares.

Aquí hay solo una pequeña muestra de los pagos que recibieron los editores en 2014: el monto de la izquierda son pagos directos, y los pagos de ‘investigación’ de la derecha están menos regulados, generalmente se trata de costosos viajes vinculados a investigación.

Pagos de la industria a los editores (US$)

Revista Pago general Investigación
JAMA 6.331 84.516
JACC 475.072 119.407
J Clinical Oncology 5.957 160.304
J Infectious disease 44.140 17.526
Diabetes Care 96.688 212.426
JAMA Internal Med 59 122.712

En 2014, el pago promedio ‘en mano’ fue de US$27.564, más los fondos de investigación.

La peor en esa lista es la Revista del Colegio Americano de Cardiología (JACC), donde 19 de sus editores recibieron, en promedio, US$475.072 personalmente y otros US$119.407 para ‘investigación’.

Y eso ni siquiera menciona la cantidad de dinero que reciben las revistas por las reimpresiones, especialmente cuando publican un estudio que respalda a una compañía farmacéutica, y la compañía paga cientos de copias para enviarlas a los médicos.

The Lancet gana el 41% de sus ingresos de las reimpresiones, y la American Medical Association recibe el 53%.

“La industria farmacéutica está comprando a la profesión médica, pero no solo en términos de la práctica de la medicina, sino también en términos de enseñanza e investigación”, dijo el difunto Arnold Relman, ex editor del New England Journal of Medicine (NEJM) en 2002. Relman falleció en 2014.

“Las instituciones académicas de este país están aceptando convertirse en agentes pagados de la industria farmacéutica. Creo que es vergonzoso”.

¿Por qué importa todo esto? Frente a esta cantidad de dinero, es fácil ver por qué los editores de revistas eligen publicar investigaciones que respalden los productos de estas compañías, e ignorar la evidencia que va en contra de ellas.

Y eso es exactamente lo que está sucediendo.

Es mucho más probable que se publiquen artículos con resultados positivos respaldados por la industria farmacéutica que artículos científicos financiados por el gobierno [Comentario de los editores de Salud y Fármacos o por investigadores independientes que no reciben financiación de la industria].

No solo eso, sino que a menudo se ignoran los resultados negativos. En un estudio de 2008 que cita Fung, se publicaron 36 de 37 estudios que eran favorables a los antidepresivos.

En comparación, solo 3 de 36 estudios que no fueron favorables a los medicamentos se llegaron a imprimir.

Eso significa que, si únicamente tuvieras en cuenta la literatura publicada, pensarías que un abrumador 94% de los estudios muestran que estos antidepresivos funcionan, cuando, en realidad, solo el 51% de los estudios realizados fueron realmente positivos.

Ver estos números en blanco y negro es aleccionador.

A pesar de las quejas de la ‘gran industria farmacéutica’, la mayoría de nosotros todavía tenemos fe en el proceso de revisión por pares, confiados en que el método científico nos guiará en la dirección correcta, independientemente del propio prejuicio de la gente.

Lamentablemente, los resultados que nos proporciona el método científico son tan buenos como los de los editores que controlan las publicaciones.

Esta es la razón por la cual cada vez más investigadores publican su trabajo en revistas de pre-impresión (pre-print) y acceso abierto, donde el mundo puede ver su investigación de forma gratuita. [Información de los editores de Salud y Fármacos: la pre-impresión puede ser con frecuencia de acceso gratuito y no suele estar en forma tipográfica, antes y/o después de que se publique en una revista]

También hay un impulso para que las organizaciones publiquen todos los resultados válidos, incluso si son negativos.

Tenemos un largo camino por recorrer, pero solo reconociendo que el sistema no funciona podemos empezar a solucionarlo.

creado el 4 de Diciembre de 2020