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ADVIERTEN

Reacciones adversas e interacciones

LA FDA insta a reducir el uso de medicamentos contra la anemia. (FDA urges less use of anemia drugs)
Gardiner Harris
New York Times, 24 de junio 2011
www.nytimes.com/2011/06/25/health/policy/25drug.html

Traducido por Salud y Fármacos

La FDA ha dicho que tres medicamentos que se han utilizado ampliamente en pacientes anémicos a consecuencia de una afección renal o cáncer son peligrosos para el corazón y recomienda que los médicos traten de evitarlos en algunos pacientes y utilicen cantidades inferiores en otros.

La FDA concluyó que no hay dosis seguras de Epogen, Aranesp y Procrit, y que los médicos solo deberían utilizar estos medicamentos en pacientes con anemia grave. Los médicos han estado utilizando estos medicamentos para que los pacientes se sientan mejor y puedan tolerar dosis más elevadas de quimioterapia. Sin embargo, se ha ido acumulando evidencia de que estos medicamentos pueden acabar con la vida de los pacientes al provocarles una embolia cerebral o problemas cardiacos, además de acelerar el crecimiento de los tumores cancerígenos.

“Esto es muy importante” dijo el Dr. Jay Wish, profesor de medicina de Case Western Reserve University en Cleveland, “afectará mucho a los pacientes que necesitan diálisis”.

Desde que se comercializaron estos medicamentos en 1989, el gobierno federal ha pagado US$60.000 millones de dólares, y durante años fue el gasto más importante de Medicare, el plan de salud del gobierno federal para personas mayores de 65 años. Los medicamentos han representado un gran negocio para oncólogos y los que administran diálisis, pues ganan un porcentaje de los medicamentos que prescriben.

Mientras el Congreso discute estrategias para ahorrar en el programa de Medicare, críticos se han referido a estos medicamentos, que forman parte del grupo de agentes estimuladores de la eritropoyetina, como ejemplo de lo mal que el gobierno federal controla sus gastos. Estados Unidos es uno de los pocos países que no evalúa si los afiliados a seguros públicos deben acceder a medicamentos o dispositivos nuevos. Estas decisiones se dejan en manos de los médicos, muchos de los cuales tienen incentivos financieros para recomendar estos medicamentos y dispositivos. De hecho, los médicos estadounidenses utilizaron muchas más dosis de Epogen, Aranesp y Procrit que los médicos europeos y de otras partes del mundo que no se benefician de su utilización.

Dennis Cotter, presidente de un instituto sin ánimo de lucro ubicado en Bethesda que investiga políticas de salud, Medical Technology and Practice Patterns, citando que el gobierno ha estimado que anualmente se malgastan US$800.000 millones en gastos de salud preguntó “Hemos gastado US$60.000 millones de dólares en estos medicamentos, ¿y que hemos conseguido con eso?… Ya es hora de implementar un sistema para evaluar el valor real de estas tecnologías”.

Amgen, una compañía de biotecnología, se desarrolló gracias a las ventas de Epogen y Aranesp. Johnson & Johnson vende Procrit fabricado por Amgen. El Dr Roger M. Perlmutter, vicepresidente ejecutivo de investigación de Amgen, dijo que la compañía estaba de acuerdo con las advertencias de la FDA, y que serán incluidas en las etiquetas para así educar a los médicos. “Las etiquetas nuevas incluyen información para que los médicos puedan adaptar mejor el tratamiento a las características de los pacientes y distingan entre los pacientes que requieren y no requieren diálisis” dijo el Dr. Perlmutter.

Epogen, Aranesp y Procrit estimulan la producción de hematíes, y éstos llevan el oxígeno a las células. Atletas profesionales, especialmente ciclistas, han utilizado estos medicamentos inadecuadamente para mejorar su desempeño. Estos medicamentos se desarrollaron para reducir el número de transfusiones en pacientes en diálisis, pero Amgen y Johnson & Johnson convencieron a los médicos de que los pacientes renales y los pacientes de cáncer tratados con estos medicamentos se sienten mejor, aún sin tener anemia severa. Las compañías pagaron a médicos de prestigio, incluyendo a los que desarrollaron las guías para el uso de estos medicamentos, y estos han tenido un papel importante en entusiasmar a los médicos.

Los medicamentos son caros, y han devengado beneficios importantes a los oncólogos y nefrólogos. Las ventas se empezaron a reducir en el 2007, cuando resultados de algunos

estudios provocaron que se renovase la preocupación por sus efectos adversos: infartos, embolias y crecimiento de los cánceres.

Las advertencias que se emitieron el viernes sobre el riesgo de estos medicamentos son las más severas que se han emitido hasta el momento y podrían conseguir que se redujera su utilización en pacientes dializados en una tercera parte, dijo el Dr Wish. “Pienso que es una medida muy tajante y una reacción exagerada” dijo el Dr Wish, quien ha sido consultor para los laboratorios productores “están asustando a todo el mundo”.

El Dr, Daniel Coyne, profesor de medicina en la Universidad de Washington en San Luis preguntó las razones que tendría un paciente para arriesgarse a sufrir un infarto de miocardio o una embolia a cambio de una reducción del número de transfusiones que pueda necesitar mientras recibe diálisis. Dijo que probablemente reduciría la dosis a los pacientes en diálisis en una tercera parte o más, y dejaría de recomendarlo a los pacientes que no reciben diálisis. Tanto él como otros nefrólogos predijeron que la advertencia de la FDA cambiaría la forma que Medicare paga por el medicamento.

El Dr. Coyne dijo “La declaración de la FDA es sorprendente y audaz, pero está firmemente basada en la evidencia”.

modificado el 28 de noviembre de 2013