Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

Economía y Acceso

Tratados de Libre Comercio, Exclusividad en el Mercado, Patentes

Harvard, Yale y otras tres universidades apoyan las políticas de medicamentos que benefician a los pobres

John Lauerman
Bloomberg, 9 de noviembre de 2009
http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601103&sid=aa23AHBWnxew
Traducido por Salud y Fármacos

Cinco universidades (Harvard, Yale, Brown, y las Universidad de Pennsylvania y Boston University) se han comprometido a fomentar que las compañías farmacéuticas faciliten el acceso de los países pobres a los medicamentos y productos médicos que se hayan beneficiado de la investigación realizada en sus universidades.

La firma de esta declaración es una respuesta a las presiones que los estudiantes de estas universidades habían estado ejerciendo para que los medicamentos nuevos fueran asequibles a los pacientes pobres.

En la declaración las universidades se comprometen a fomentar enérgicamente el acceso global a los medicamentos a través de las licencias que conceden a las compañías farmacéuticas. Por ejemplo, las cinco universidades han dicho que incluirán cláusulas exigiendo que los medicamentos sean más baratos en los países pobres. También disminuirán sus regalías para persuadir a las farmacéuticas de que abaraten sus productos o permitan la producción de genéricos más baratos para los pacientes pobres.

Maryanne Fenerjian, la directora de Políticas de Transferencia de Tecnología de Harvard dijo “Estamos de acuerdo en que es importante que la propiedad intelectual no se convierta en una barrera de acceso y en que a veces se puede utilizar para presionar y conseguir que los medicamentos, vacunas y otras tecnologías lleguen a los países en desarrollo…. Pero la solución no es única. Cada tecnología es diferente, y cada uno de los que tienen permisos de comercialización tiene capacidades y sensibilidades diferentes”.

Innovación Académica
John Maraganore, director ejecutivo de Alnylam Pharmaceuticals que tiene su sede en Cambridge, dijo que los descubrimientos de los académicos son la base innovadora de casi todas las compañías biotecnológicas del mundo, y afirmó que no sabía que Harvard estuviera elaborando esa declaración. “Me preocupa que se tomen este tipo de decisiones, que afectan a una gran cantidad de inventos, unilateralmente”. “Para hacer las cosas bien es muy importante estar abierto al diálogo”.

Fenerjian comentó que los ejecutivos de Harvard quieren elaborar guías que faciliten el acceso de los países pobres a los medicamentos sin impedir que las compañías trabajen con los científicos de la universidad. Harvard ya ha utilizado muchas de las técnicas que se citan en el documento para promover el acceso.

Grupo de estudiantes
Un grupo internacional de estudiantes denominado Universities Allied for Essential Medicines -UAEM (http://www.essentialmedicine.org), que cuenta con el apoyo de la Fundación Ford, lleva siete años solicitando a las universidades que faciliten el acceso a los medicamentos. En 2001, miembros del grupo consiguieron que Yale y Bristol- Myers Squibb permitieran la producción del antirretroviral Zerit en Sudáfrica para que pudiera venderse más barato (http://www.bloomberg.com/apps/quote?ticker=BMY%3AUS). En Sudáfrica una de cada seis personas adultas está infectada con el virus del VIH.

El grupo de UAEM de Harvard realizó manifestaciones para llamar la atención sobre la necesidad de mejorar el acceso a medicamentos en septiembre. Colocaron frascos gigantes de medicamentos alrededor del campus en donde se podía leer “Dí sí a los Medicamentos”. También elaboraron camisetas y organizaron un baile para informar sobre el problema y conseguir fondos para seguir trabajando, dijo Jillian Irwin quién es miembro del grupo.

Según Irwin, durante la última semana consiguieron más de 1.000 firmas solicitando a Harvard que adoptase una política de permisos de comercialización que mejorase el acceso en los países en desarrollo. Los estudiantes de Harvard también se reunieron con el Vicerrector de la universidad, Steven Hyman, y con el decano de la escuela de salud pública, Julio Frenk, para exigir que respondieran a esta petición.

Ingresos nuevos
Hace cuatro años Harvard contrató al director ejecutivo de la oficina de desarrollo tecnológico, Isaac Kohlberg, quién estaba trabajando en la Universidad de New York, para que ampliase la Oficina de Desarrollo Tecnológico y maximizase el uso de Boletín Fármacos 2010, 13(1) 54 la investigación que realiza la universidad. Michael Smith, decano de la escuela de arte y ciencias, dijo en septiembre que Harvard está intentando captar recursos de otras fuentes porque el valor de sus inversiones se redujo en una tercera parte durante el año pasado.

Kohlberg está intentando imitar el éxito de otras universidades como el Massachussetts Institute of Technology (MIT), que según la web de la universidad otorgó 67 licencias en el año fiscal 2009, que en EE.UU. termine el 30 de junio, y recibió US$66,3 millones en regalías. En ese mismo periodo Harvard vendió 36 permisos y generó 12,4 millones en ingresos. En el año fiscal 2008, Harvard vendió 26 permisos y generó US$21,1 millones de ingresos.

Involucramiento saludable
Los ejecutivos de Harvard han estado reuniéndose con estudiantes durante al menos cuatro años para discutir el tema de las licencias, dijo Casey, quién además reconoció que la participación de los estudiantes ha sido útil. “Ha habido una convergencia de intereses” dijo Casey, “los estudiantes han participado de forma constructiva en un tema que interesa a los administradores de la universidad, hasta el nivel de la Vicerrectoría”.

Los estudiantes de esta universidad de 373 años han estado investigando la relación entre los profesores de Harvard y la industria. Durante el 2009, los estudiantes de la escuela de medicina exigieron que los profesores revelaran sus conflictos de interés con la industria antes de empezar sus presentaciones.

Irwin, de UAEM, dijo que los estudiantes aumentaron la presión sobre el tema de las licencias a partir de una presentación que hizo Andrew Witty, director ejecutivo de GlaxoSmithKline Plc, en febrero 2009. Witty dijo que su compañía rebajaría el precio de sus medicamentos en los 50 países más pobres, y que compartiría las patentes de tecnología que pueden ser de utilidad para tratar los problemas de salud de los países de bajos ingresos.

Manteniendo los incentivos
Alnylam, que ha vendido el permiso para explotar una tecnología que se llama “Interferencia de RNA” que se usa para producir medicamentos e impidir que los genes produzcan las proteínas que intervienen en la génesis de enfermedades como el cáncer, los trastornos nerviosos y las infecciones pulmonares, fue una de las compañías que según Maraganore se pusieron de acuerdo con Glaxo para compartir la propiedad intelectual.

Maraganore dijo que “es acertado promover mecanismos que faciliten el acceso a los medicamentos en los lugares donde se necesitan. Al mismo tiempo, hay que mantener un sistema de incentivos que facilite que se sigan descubriendo”.

Según Irwin, la última reunión en la que participaron estudiantes del grupo UAEM tuvo lugar en junio. Los estudiantes no han visto el borrador de la guía y desconocen si va a tener un impacto importante en el costo de tecnología médica en el tercer mundo.

Política concreta
“Estamos reclamando una política concreta”, dijo Irwin, estudiante de neurociencia social y cognoscitiva, “queremos saber cuales son las cláusulas que se van a incluir en cada permiso de comercialización, y como se reflejará esta política en cada uno de los permisos”.

Fernerjian comentó que las universidades no pueden garantizar que en cada permiso de comercialización se incluyan condiciones para promover el acceso. Las universidades no siempre tienen poder de negociación en sus acuerdos con las compañías, que con frecuencia pagan cientos de millones de dólares para desarrollar medicamentos nuevos y son muy selectivos cuando otorgan permisos de comercialización.

Se invitará a otras universidades para que firmen las guías, dijo Fernerjian. “Hay varias universidades que han querido ser fuertes y creativas en este tipo de asuntos”, dijo. “Hasta ahora no teníamos una declaración que expusiera nuestros objetivos y nuestra normativa actual”.

Ver mas información previa en: Boletín Fármacos 2009; 12,(3) en Economía y Acceso y Boletín Fármacos 2004; 7 (5), en Investigaciones.

creado el 9 de Febrero de 2024