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AGENCIAS REGULADORAS Y POLÍTICAS

Políticas y regulación

EE UU. La FDA y la industria de los derivados lácticos preparan la pelea en torno a los análisis de leche. (FDA and dairy Industry spar over testing of milk)
Willian Neuman
New York Times, 25 de enero de 2011
www.nytimes.com/2011/01/26/business/26milk.html

Traducido por Salud y Fármacos

Los inspectores federales detectan niveles ilegales de antibióticos en las vacas adultas que se  trasladan a los mataderos. La FDA, preocupada por si la leche que beben los estadounidenses está contaminada con antibióticos, tenía intención de empezar a analizar la leche proveniente de granjas que han violado  repetidamente la norma al vender vacas con residuos de antibióticos.

Sin embargo, la industria láctea protestó frente al centro en donde se iban a realizar los análisis y dijo que la medida podría obligar a los agricultores a tirar millones de galones de leche mientras esperan los resultados de los análisis. Los representantes de la industria y los reguladores estatales dijeron que el programa no era adecuado y podría resultar en la incautación costosa de leche, lo que podría evitarse con la implementación de programas mejor diseñados.

La FDA decidió posponer los análisis, y ahora ambas partes están discutiendo el peligro que los antibióticos representan y la mejor forma de asegurar que los medicamentos no contaminen el suministro de leche.

John Wilson, un vicepresidente de la cooperativa láctica de mayor tamaño en EE.UU., Dairy Farmers of America, dijo que “lo que la FDA nos ha presentado hasta ahora puede tener repercusiones muy negativas para los granjeros inocentes que se dedican a la producción de leche”. Dijo que la leche que se distribuye en el país es segura y no hay razones para pensar que los resultados de los análisis que se realizan en los mataderos den los mismos resultados que los análisis de la leche que se vende en el país.

Sin embargo, los que se preocupan por la seguridad de los alimentos argumentan que los resultados preliminares de la FDA sugieren que se están utilizando demasiados antibióticos en las granjas de ganado, lo que puede limitar la efectividad de los medicamentos para combatir los problemas de salud en humanos. Caroline Smith DeWaal, directora de la seguridad de los alimentos del Center for Science in the Public Interest, dijo que “los consumidores no quieren ingerir pequeñas cantidades de medicamentos cada vez que beben leche…. Quieren productos que se hayan manipulado correctamente y que no contengan residuos, y esto debe controlarlo el granjero que produce leche”.

La FDA dijo que consultaría con la industria antes de decidir cómo proceder y emitió un comunicado diciendo que  “La agencia sigue comprometida con la recopilación de la información necesaria para resolver este problema que es de importancia para la salud pública”.

La preocupación de los reguladores federales se relaciona con el resultado de los análisis que el Departamento de Agricultura realiza en las vacas productoras de leche que se envían a los mataderos de carne. Estos análisis han demostrado que hay un número pequeño pero constante de vacas en las que se detectan residuos de medicamentos por encima de los niveles máximos permitidos, especialmente antibióticos.

En el 2008 se detectaron residuos superiores a los permitidos en 788 vacas productoras de leche de las 2,6 millones que se analizaron durante ese año. Este porcentaje es pequeño, pero los reguladores dicen que son signos de alerta porque el problema persiste año tras año y algunos de los medicamentos detectados no están autorizados para su uso en vacas productoras de leche.

La pregunta que intenta resolver la FDA es si las vacas que producen leche tienen niveles inadecuados de estos medicamentos y si la leche que producen contiene vestigios de medicamentos.

Los reguladores y veterinarios dicen que la mala utilización de los medicamentos en las granjas, por ejemplo  la administración de dosis excesivas o la administración intramuscular en lugar de intravenosa de los inyectables,  puede contribuir a que estos productos permanezcan en el sistema del animal.  También se presentan problemas cuando los granjeros no respetan el número de días que hay que esperar entre la administración del medicamento y el momento en que se empieza a obtener leche o que se envía al animal al matadero.

En un documento donde la FDA explica los planes que tiene para esta industria se dice que “La FDA está preocupada por si los mismos hábitos que han llevado a que se encuentren residuos de medicamentos en la carne pueden ocasionar que también aparezcan residuos en a leche”. En ese mismo documento la FDA dice que piensa que la leche que se distribuye en el país es segura.

Hoy en día, se realizan análisis en cada camión de leche para detectar la presencia de cuatro a seis antibióticos de los que se utilizan comúnmente en granjas para la producción de leche. La lista incluye antibióticos que se utilizan en humanos como la penicilina y la ampicilina. Anualmente se detectan muy pocos camiones con leche que contenga vestigios de antibióticos, y cuando se detectan se desecha esa leche. Sin embargo, los granjeros utilizan muchos otros antibióticos cuya presencia en la leche no suele analizarse. Esto preocupa a los reguladores porque son precisamente estos antibióticos los que se han detectado en los mataderos.

La agencia federal lleva años discutiendo la ampliación en la detección de antibióticos, pero los ejecutivos de la industria dicen que no se enteraron de que iban a comenzar las inspecciones hasta el mes pasado.  La propuesta de la FDA es analizar la presencia de alrededor de 24 antibióticos, así como de un analgésico y antiinflamatorio que se utiliza con frecuencia en estas industrias y que se conoce como flunixin. El problema que tiene la industria es que mientras los resultados de los análisis que se realizan actualmente tardan unos minutos en conocerse, los resultados de los análisis que se proponen no estarían disponibles hasta una semana más tarde.

La rotación de la leche en las estanterías de las tiendas o hacia las fábricas de queso u otros productos es muy rápida.  La industria teme que cuando la FDA encuentre leche contaminada esta ya se encuentre en los refrigeradores de los consumidores, lo que podría llevar a que se tenga que retirar el producto.

Agri-Mark, una cooperativa del noreste del país, envió el mes pasado una carta a sus miembros diciéndoles que tirarán la leche que había sido inspeccionada por la FDA. “Agri-Mark debe asegurarse de que nuestra leche, queso, mantequilla y otros productos no están en riesgo de ser retirados del mercado” decía la carta.

Otros ejecutivos dijeron que las plantas procesadoras rechazarían la leche de las granjas que hubieran sido analizadas por la FDA hasta tener los resultados demostrando que la leche no contiene medicamentos, lo que supondría que los granjeros podrían tener que tirar leche durante una semana o más que durase la espera.

Los reguladores estatales de la industria láctea también criticaron el plan de la FDA. En una carta fechada el 29 de diciembre, los responsables de agricultura de los 10 estados del noreste, incluyendo Nueva York y Pensilvania que son productores de lácteos, dijeron que el plan de la FDA estaba plagado de problemas. Entre otras cosas la carta decía que forzar a los granjeros a deshacerse de grandes cantidades de leche podría ocasionar problemas para el medio ambiente.

La FDA dijo que evaluaría los comentarios de los reguladores y revisaría su plan para analizar la leche.

modificado el 28 de noviembre de 2013