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ETICA Y DERECHO

Litigación

Brasil. Disputa millonaria por patentes
Vanessa Dezem
Valor Económico, 14 de enero 2011
Traducido por María Duke dos Santos

http://www.progenericos.org.br/noticia1.php?id_noticia=165

La justicia se convirtió en uno de los últimos recursos de los grandes laboratorios para mantener la exclusividad de las ventas de sus medicamentos protegidos por patentes.  Según datos del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INP), en el mes de febrero, había 39 acciones en la instancia superior –Tribunal Superior de Justicia y algunas en el Supremo Tribunal Federal – que involucraban patentes de medicamentos.  Y la pelea se justifica por los millones de reales que venden esas compañías, además de la protección que se otorga a esas empresas.

Según datos de Pro-Genéricos (Asociación Brasileña de las Industrias de Medicamentos Genéricos), cuando caduca la patente de un medicamento innovador, la empresa que lo desarrolló pierde solamente en el primer año cerca del 60% de las ventas del producto. Pasado ese primer año, las pérdidas continúan y los medicamentos originales, ante la presión de los precios más bajos de los genéricos acaban teniendo apenas el 15% de las ventas que tenían antes de que caducara la patente. Pro Genéricos calcula que, en 2009 y 2010, el mercado de los productos innovadores perdió US$1.000 millones por la caducidad de las patentes de los productos más vendidos, los llamados blockbusters.

Viagra es un ejemplo clásico.  En el 2009, las ventas en Brasil de píldoras para la disfunción eréctil, mientras estaban protegidas por la patente, generó para la Pfizer cerca de R$200 millones (1US$=2,2 R$), con un volumen de 6,9 millones de unidades comercializadas. Al terminarse la patente, en el primer semestre del año pasado, la empresa pasó a concurrir con los genéricos y luego lanzó un descuento de 50% por comprimido (quedando en R$15 cada pastilla).  A pesar de eso el mercado de la Viagra cayó cerca de R$160 millones en 2010.

Otro ejemplo es el caso del también blockbuster Crestor, de AstraZeneca. Este hipoglucemiante está siendo amenazado por la entrada de los genéricos y para proteger su innovación, la empresa llevó a juicio a Germed Pharma, pidiendo la revocación del registro sanitario concedido por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) para permitir la fabricación de la versión  genérica de la rosuvastatina cálcica (sustancia utilizada en Crestor).

AstraZeneca alega que la autorización daña sus derechos de propiedad industrial, mientras que la Germed argumenta que la multinacional no protegió la molécula, solamente la fórmula, y la formulación del genérico no es la misma. El mes pasado, la Justicia del Distrito Federal negó la solicitud de AstraZeneca.  La pelea es significativa: el mercado de la rosuvastatina alcanza la suma de R$ 200-250 millones anuales. Cada mes que la empresa gana de protección, representa un promedio de R$19 millones en ingresos.

Además de la cuestión financiera, mantener el producto protegido por patente es también una de las estrategias que utiliza la industria farmacéutica para compensar por las dificultades en seguir creciendo. Mucho depende de la inovación, pero el mercado brasileño ha madurado y está dejando menos espacio para los medicamentos nuevos.  Las presiones provienen también de la fuerte competencia y de los altos costos de la investigación. “La ciencia ha sacado productos de gran eficacia para las patologías más prevalentes. La innovación requiere mucha inversión para conseguir pequeñas mejoras, haciendo que el esfuerzo no sean tan atractivo como en el pasado” afirma el director de IMS Health, Marcello Albuquerque.

Este escenario ha hecho que los grandes del sector quieran prolongar el rendimiento que han generado sus innovaciones. “En el sector se ha alcanzado un grado de madurez, se vende en gran volúmen y ya no hay mucho que inventar. (Las empresas) no están consiguiendo colocar productos nuevos a la misma velocidad en que pierden las patentes”, comenta la directora de nuevos negocios de Eurofarma, María del Pilar Muñoz

Por otro lado, las elevadas cifras que generan los medicamentos innovadores son los que mantienen a la industria de los genéricos.  Atento al fin de las patentes, el vice-presidente de marketing de EMS calcula que se podrá aumentar el mercado brasileño de genéricos en de R$500 millones solamente por los productos blockbusters que caducarán en el 2011.  “Estamos concentrándonos en cinco grandes productos”, afirma. Del mismo modo, Eurofarma tiene en su radar 26 moléculas.  “Para las cuales ya estamos trabajando un 75%”, afirma Muñoz.

“El juego del mercado es éste. Se gana primero, y después el mercado se abre. Es el ciclo de vida de los productos”, constata el director del plan de negocios de Pfizer, Gustavo Petito.  Para defenderse de la competencia y de la pérdida de patentes, la empresa entró el año pasado en el mercado brasileño de genéricos al formar una alianza con Eurofarma y adquirir una parte de Teuto.  Hoy tiene internacionalmente cerca de 20 medicamentos protegidos por patentes.

modificado el 28 de noviembre de 2013