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Precauciones

Antibióticos en la infancia se asocian a enfermedad alérgica posterior (Antibiotics in infancy tied to later allergic illness)
Molly Walker
Med Page Today, 20 de diciembre de 2019
https://www.medpagetoday.com/allergyimmunology/allergy/84066
Traducido por Salud y Fármacos

Los investigadores encontraron que los antibióticos que se recetan con frecuencia a los bebés se asocian con un mayor riesgo de que los niños desarrollen enfermedades alérgicas, como asma y rinitis alérgica.

Los lactantes a quienes recetaron penicilina, cefalosporina y antibióticos macrólidos mostraron tasas más altas de diagnóstico posterior de enfermedad alérgica, informaron Sidney Zven, BSCE, de la Universidad de Servicios Uniformados de Ciencias de la Salud en Bethesda, Maryland, y sus colegas en una carta de investigación en JAMA Pediatrics [1].

Los antibióticos afectan negativamente al microbioma “al disminuir la diversidad bacteriana”, anotaron Zven y sus colegas, lo que se ha relacionado con la enfermedad alérgica. Para este estudio, analizaron los datos de aproximadamente 798.000 niños que, según la historia médica que figuraba en base de datos del sistema de salud militar, habían nacido entre octubre de 2001 y septiembre de 2013.

Los autores definieron la exposición como cualquier prescripción dispensada de penicilina, penicilina con un inhibidor de la β-lactamasa, cefalosporina, sulfonamida o medicamentos macrólidos en los primeros seis meses de vida. Buscaron si tenían cualquier enfermedad alérgica, como alergia alimentaria, anafilaxia, asma, dermatitis atópica, rinitis alérgica, conjuntivitis alérgica o dermatitis de contacto.

En general, los autores encontraron 162.605 recetas dispensadas de antibióticos. La penicilina fue, con mucho, la más frecuente (59,5% de las recetas), seguida de los macrólidos y cefalosporinas (13,1% cada uno).

Más del 80% de los niños no recibieron antibióticos, mientras que aproximadamente el 13% recibieron una clase de antibióticos, y el 2,5% recibieron dos clases. Menos del 1% recibió tres o más clases de antibióticos durante los primeros seis meses de vida.

Si bien todas las clases de antibióticos se asociaban con un riesgo significativamente mayor de enfermedades alérgicas, las que tenían los riesgos más altos fueron:

  • Penicilina (HR ajustada 1,30, IC 95% 1,28-1,31)
  • Macrólido (aHR 1,28, IC 95% 1,26-1,30)
  • Penicilina con un inhibidor de la β-lactamasa (aHR 1,21, IC 95% 1,18-1,23)
  • Cefalosporina (aHR 1,19, IC 95% 1,17-1,21)

Además, los niños a los que se les recetó una clase adicional de antibióticos tenían un mayor riesgo de enfermedades alérgicas, especialmente asma (aHR 1,47, IC 95% 1,45-1,49) y rinitis alérgica (aHR 1,33, IC 95% 1,32-1,34).

Si bien Zven y sus colegas señalaron que una limitación potencial es la “causalidad inversa potencial” (es decir, los bebés que eran más susceptibles a desarrollar enfermedades alérgicas también podrían ser más susceptibles a desarrollar enfermedades bacterianas), concluyeron que “la perturbación del microbioma puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades alérgicas”.

Referencia
Zven SE, et al “Association Between Use of Multiple Classes of Antibiotic in Infancy and Allergic Disease in Childhood” JAMA Pediatr 2019; DOI: 10.1001/jamapediatrics.2019.4794.

creado el 4 de Diciembre de 2020