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Investigaciones

Evitar la gripe con el almacenamiento adecuado: Mejores prácticas para la protección de la vacuna
(Staving off the flu through proper storage: Best practices for vaccine protection)
Berilin Kenney
Pharmacy Practice News, 4 de enero de 2019
https://www.pharmacypracticenews.com/Pharmacy-Technology-Report/Article/12-18/Staving-Off-the-Flu-Through-Proper-Storage-Best-Practices-for-Vaccine-Protection/53727
Traducido por Salud y Fármacos

La temporada pasada de influenza fue posiblemente la peor y más devastadora de la última década. La Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas describió la temporada de gripe 2017-2018 como “récord”, y los datos de salud pública estiman que hubo 900.000 hospitalizaciones y más de 80.000 muertes solo en EE UU [1].

La causa se remonta a que la vacuna contra la gripe 2017-2018 solo fue efectiva en un 36% contra la influenza A y B, según los informes preliminares de la temporada de los CDC [2]. La influenza B, desafortunadamente, incluía el H3N2, la cepa a la que se atribuye en gran parte a la pandemia de la temporada pasada.

Si bien muchos criticaron rápidamente la eficacia de la vacuna, los informes de los CDC, que han rastreado la efectividad de la vacuna contra la gripe desde 2004, muestran que la vacuna contra la gripe 2017-2018 finalmente se desempeñó mejor de lo esperado: 40% de eficacia para la temporada [3]. Esta cifra no solo superó las expectativas, sino que también estuvo dentro del rango de las otras vacunas contra la influenza administradas durante la última década, que predominantemente han demostrado una efectividad, entre 40% y 60%.

A pesar del escepticismo y la información errónea que rodea a la vacuna contra la gripe, estas cifras demuestran el papel instrumental que desempeña la vacuna contra la gripe para evitar la gripe y disminuir sus efectos en quienes contraen el virus. De hecho, investigaciones adicionales de los CDC muestran que la vacuna previno aproximadamente 5,3 millones de casos de gripe durante la temporada 2016-2017, y un estudio de 2018 muestra que las vacunas contra la gripe administradas entre 2012 y 2015 redujeron el riesgo de que los adultos ingresaran por gripe en la UCI en más del 80% [4,5]. Estudios adicionales respaldan los beneficios de la vacuna para las características demográficas de mayor riesgo, que incluyen a los mayores de 65 años y a los niños, desde recién nacidos hasta los 4 años.

Desafortunadamente, las cepas y mutaciones de la influenza continúan desafiando a las vacunas, y las cepas de algunos años son más difíciles de combatir que otras. Pero la investigación demuestra que cuando los virus de la vacuna coinciden con las cepas circulantes, una vacuna contra la gripe puede ser dramáticamente efectiva y salvar vidas.

Teniendo en cuenta esto, no sorprende que los CDC sigan instando a las personas a que se vacunen contra la gripe a principios de la temporada. Para muchos, esto significa una visita a su farmacia local.

Protegerse es nuestra mejor defensa
Para muchas personas que buscan evitar la gripe y proteger a sus seres queridos, las farmacias, como primera línea de defensa, se encuentran entre los diversos centros de atención médica que reciben la vacuna contra la gripe en cantidades masivas al comienzo de la temporada. Si bien estas instalaciones no pueden controlar el desempeño de la vacuna contra las cepas en sí mismas, las farmacias tienen el importante trabajo de brindar a cada nueva vacuna la mejor oportunidad de ser efectiva, a través de su almacenamiento y administración adecuados.

Sin embargo, la afluencia de vacunas puede dificultar el cumplimiento de esta misión si las instalaciones no están equipadas para manejar un inventario de esta escala. Crecientes presiones entre los establecimientos de atención médica, no solo para tener suficientes vacunas disponibles sino también para administrarlas rápidamente, pueden sobrepasar los límites de infraestructura de la cadena de frío existente. El resultado es que algunas instalaciones de atención para la salud se ven obligadas a acumular demasiados refrigeradores al comienzo de la temporada, lo que puede afectar la calidad del control de temperatura. Bajo estas condiciones, cuando las vacunas se colocan en la parte posterior de la unidad pueden estar expuestas al riesgo de congelación, o si están cerca de la parte superior, inferior o de los laterales del refrigerador a temperaturas inestables. Esto podría limitar o, peor aún, invalidar por completo la efectividad y la capacidad de una vacuna para proteger a los consumidores de la enfermedad.

Desafortunadamente, hay muchas oportunidades para que la efectividad de las vacunas peligre cuando los proveedores se enfrentan a un mayor número de solicitudes, especialmente si se trata de una temporada angustiosa como la del año pasado. Un estudio del Departamento de Salud y Servicios Humanos encontró que ninguno de los 45 proveedores de vacunas que fueron monitoreados cumplía con los requisitos establecidos de la cadena de frío [6]. Además, el 76% de los proveedores exponían las vacunas a temperaturas inapropiadas en algún momento antes de ser administradas. Estos problemas en la cadena de frío pueden tener efectos potencialmente mortales en las vacunas, y otro estudio encontró que las vacunas pierden hasta el 36% de su vida útil debido a que no se cumplen los requisitos de la cadena de frío [7].

Superando los enfoques anticuados
Con frecuencia, un factor que contribuye a estos desafíos de almacenamiento, son las unidades de refrigeración anticuadas. Los modelos de refrigeración más antiguos, muchos de los cuales también se pueden encontrar en garajes y sótanos de los suburbios, carecen de las capacidades adecuadas de monitoreo y trazabilidad, lo que dificulta garantizar que las vacunas se mantengan dentro del rango de temperatura necesario- y de rango muy estrecho- a lo largo de su ciclo de vida.

El problema está tan extendido que los CDC han tenido que emitir pautas sobre cómo almacenar mejor las vacunas en estos tipos de unidades, incluyendo la colocación de vacunas solo en el centro del estante intermedio y rodeadas con botellas de agua para ayudar a estabilizar la temperatura [8].

Algunos se pueden sorprender de que se sigan utilizando reglas de este tipo para salvaguardar suministros médicos vitales como las vacunas contra la gripe, pero, lamentablemente, las unidades de refrigeración más antiguas ofrecen pocas opciones. En consecuencia, antes de la temporada de gripe de este año, los CDC han emitido nuevos requisitos para la preservación de vacunas que involucran mejoras tecnológicas vitales [9]. Aunque, no es una reforma radical, estas regulaciones ahora sirven como guía mínima para los programas de vacunas estatales para niños, con el objetivo de reforzar la protección de uno de nuestros grupos demográficos más vulnerables.

Estas nuevas reglas incluyen el uso de dispositivos de monitoreo continuo de la temperatura (registradores de datos) para controlar las vacunas que se administran a niños. Además, el CDC ahora requiere el mantenimiento de termómetros primarios y de respaldo que cumplan con los estándares de los CDC, incluyendo un medidor de temperatura, una pantalla activa de temperatura y la capacidad de monitoreo y registro continuo de datos que se puedan ir descargando del computador rutinariamente.

Si bien se alienta a los estados a implementar criterios más estrictos cuando sea posible, estas pautas exigen un mayor nivel de atención y demuestran la importancia vital de tener una regulación más sofisticada de la cadena de frío para garantizar la salud pública.

Afortunadamente, muchos desafíos de la cadena de frío pueden abordarse a través de una supervisión más diligente y una mejor tecnología que automatice y controle meticulosamente la temperatura, garantizando así su seguridad.

Almacenamiento
Como se mencionó, se recomienda a los farmacéuticos que mantengan las vacunas en el estante intermedio, lejos de las puertas y paredes de la unidad de refrigeración, ya que estas áreas son más propensas a las variaciones de temperatura con las aberturas y cierres de las puertas, así como a la acumulación del aire frío que atraviesa las bobinas y conductos de ventilación.

Esto lleva a que medicamentos vitales estén en una situación precaria y es un desperdicio significativo de espacio y recursos. Es muy probable que las farmacias pudieran eliminar una parte considerable de la refrigeración si estuvieran utilizando el espacio existente con mayor eficacia. Alternativamente, podrían cambiar las neveras grandes y voluminosas que tienen que colocar en la parte posterior, por unidades más pequeñas y versátiles que puedan ubicarse más cerca de los puntos de atención al paciente.

Afortunadamente, las nuevas opciones en tecnología de refrigeración, como las que están dotadas con estado sólido, facilitan que se puedan eliminar los compresores y bobinas de enfriamiento de siglos de antigüedad, devolviendo a los farmacéuticos un espacio precioso dentro de la cámara de refrigeración que ahora puede dedicarse a medicamentos y vacunas.

Estabilidad de temperatura
Independientemente de dónde se almacenen las vacunas, la consideración más importante es la temperatura. Las vacunas deben almacenarse en las condiciones adecuadas a lo largo de su ciclo de vida, desde el momento en que se fabrican hasta el momento de su administración, de lo contrario, corremos el riesgo de obstaculizar nuestra capacidad para combatir la gripe y prevenir brotes masivos de infección por el virus.

Las pautas actuales de los CDC recomiendan un rango mínimo para las vacunas contra la gripe de 36 a 46°F (2-8° C). En el momento en que se publicó esta guía, no existía tecnología de refrigeración para uso médico que mantuviera estabilidad en la temperatura de la cámara. Esto explica muchas de las recomendaciones más específicas que ha hecho el CDC, incluyendo las restricciones de los estantes y el uso de botellas de agua.

En ese momento, estas soluciones eran necesarias para combatir las frecuentes temperaturas desiguales en las unidades de refrigeración estándar. Estas fluctuaciones eran inevitables, ya que se deben a los ciclos regulares de compresores, lo que resultó en un fenómeno llamado microclima, que podría hacer que las vacunas fueran ineficaces o incluso inseguras.

Sin embargo, los nuevos refrigeradores diseñados específicamente para entornos médicos y de ciencias de la vida eliminan estos problemas por completo, lo que permite una completa estabilización de la temperatura en toda la unidad, independientemente de las aperturas o cierres de puertas, salvaguardando las vacunas sin importar dónde se encuentren dentro de la cámara.

Monitoreo
Como demuestran las recientes pautas de los CDC, el monitoreo de la temperatura es ahora de importancia crucial para garantizar que se mantiene la estabilidad. El registro manual simplemente ya no es suficiente para proteger las vacunas actuales contra la gripe, especialmente dado el creciente inventario y el acelerado ritmo en el entorno de la farmacia.

Los farmacéuticos deben considerar la incorporación del registro continuo de la temperatura, que se puede adquirir como un complemento a los sistemas de refrigeración existentes o, para mayor conveniencia y seguridad, vienen incorporados en muchos modelos nuevos. A través de estas soluciones, los farmacéuticos pueden registrar datos locales de manera continua, monitorear sobre el terreno o de forma remota, y recibir notificaciones de alarma cuando las temperaturas fluctúan más allá de los márgenes razonables.

Las farmacias tienen una responsabilidad muy importante. Son instituciones críticas para proteger las vacunas contra la gripe que tienen a su cargo.

El almacenamiento de estos suministros médicos vitales a la temperatura adecuada puede hacer que esta misión tenga éxito o fracase, y corresponde a los farmacéuticos encontrar nuevas formas de superar estos desafíos. Es probable que esto implique aprovechar la nueva tecnología que permite a los profesionales eliminar los refrigeradores de estilo residencial a cambio de nuevas alternativas de uso médico, así como eliminar la práctica tediosa y propensa a errores del registro manual y adoptar opciones automatizadas.

Al aprovechar al máximo las nuevas tecnologías, los farmacéuticos pueden utilizar mejor su espacio, operar de manera más efectiva y sentirse seguros de que le están dando a cada paciente la mejor oportunidad posible de mantenerse seguros y saludables esta temporada de gripe.

Sobre el Autor
Jerilin Kenney es el vicepresidente / gerente general de Life Sciences and Healthcare en Phononic, que fabrica unidades de almacenamiento en frío.

Referencias

  1. Influenza and pneumococcal disease can be serious, health officials urge vaccination [press release]. Washington, DC: National Foundation for Infectious Diseases; 2018. Accessed January 3, 2019.
  2. Interim estimates of 2017-18 seasonal influenza vaccine effectiveness. MMWR Morbid Mortal Wkly Rep. 2018;67(6):180-185.
  3. CDC. Seasonal influenza vaccine effectiveness, 2004-2018. Page last updated November 15, 2018. Accessed January 3, 2019.
  4. CDC. Vaccine effectiveness – how well does the flu vaccine work? Accessed January 4, 2019.
  5. CDC. Study shows flu vaccine reduces risk of severe illness. Page last updated September 24, 2018. Accessed January 3, 2019.
  6. Andon N. 36% of vaccine shelf-life lost due to poor cold chain management. Sampling Science. September 18, 2014. Accessed January 3, 2019.
  7. Kartoglu U, Ganivet S, Guichard S, et al. Use of cool water packs to prevent freezing during vaccine transportation at the country level. PDA J Pharm Sci Technol. 2009;63(1):11-26.
  8. Storage best practices for refrigerated vaccines–Fahrenheit (F). Accessed January 3, 2019.
  9. American Academy of Pediatrics. Vaccine storage and handling. Updated January 2018. Accessed January 3, 2019.
creado el 4 de Diciembre de 2020