Una organización internacional sin ánimo de lucro para fomentar el acceso y el uso adecuado de medicamentos entre la población hispano-parlante

ÉTICA Y DERECHO

Adulteraciones, falsificaciones y medicamentos ilegales

La botica ilegal más grande de México
Raúl Torres
El Universal, 24 de abril de 2014
http://www.eluniversal.com.mx/estados/2014/impreso/la-botica-ilegal-mas-grande-de-mexico-94552.html

Cofepris incautó en Jalisco 96% de los medicamentos apócrifos de todo el país en dos años

Guadalajara
La calle se llama Hospital y el nombre no podría ser más adecuado; transitar por esta vialidad, que cruza de poniente a oriente el tradicional barrio de El Santuario, en Guadalajara la capital de Jalisco, equivale a visitar una gran farmacia con decenas de boticarios dispuestos a conseguir el medicamento requerido.

La respuesta siempre es “sí hay”, incluso antes de preguntar por cualquier sustancia; pero conforme lo que se solicita es más especializado, las respuestas y la manera de conseguirlo son más sofisticadas.

A unas cuadras de la avenida Federalismo, un grupo de jóvenes sentados en una banca se turna un diario deportivo; uno de ellos se mantiene de pie al borde de la calle y a quien pasa por ahí (auto, bicicleta o transeúnte) le suelta un “medicinaaa” como invitación.

—Busco Herceptin. ¿Tienes? ¿Cuánto cuesta? —se le pregunta.

—Sí hay —responde el más grande del grupo y se dirige a otro: “ándale, ve con la señora…”.

El que tiene el diario lo pasa, se levanta, se acomoda la gorra blanca (tan blanca como la bata de un médico) y emprende el camino hacia un portón cerrado, cruza una pequeña puerta empotrada en él y se pierde en el interior.

El Herceptin (Trastuzumab) es un medicamento utilizado para combatir uno de los tipos más agresivos de cáncer de mama. Su precio comercial oscila entre Pm32.000 y 35.000 (1US$=Pm13,21), depende de la cadena farmacéutica; para adquirirlo hay que presentar una receta médica y encargarlo con hasta una semana de anticipación porque no está disponible en cualquier sucursal. Se debe mantener en refrigeración a una temperatura entre 2 y 8 grados centígrados y se debe combinar el activo con el agua bacteriostática, que se incluye en la presentación de 440 miligramos; la solución debe desecharse después de 28 días.

Tras unos minutos el joven regresa, mira fijo al que inició el trato, como si quisiera decirle todo con la mirada, pero sólo murmura: “que ahorita no hay”.

— ¡Cómo que no hay! ¿Es de especialidad? —pregunta el mayor de los jóvenes.

— Sí, es para el cáncer — se le responde.

El clandestino boticario toma su teléfono celular, marca un número que conoce de memoria y no tiene registrado en el aparato: “Herceptin… es de especialidad. ¿Tienes?”. Después guarda silencio, escucha a alguien que le habla desde quién sabe dónde y mueve la cabeza.

—Sólo quiero saber el precio —se le indica.

“Okey, pero nomás dime cuánto cuesta para decirle al cliente… ahorita sólo quiere saber cuánto cuesta”, secunda él y sigue escuchando a su interlocutor. Cuelga e informa: “no hay, hace dos días se lo llevaron en un embarque a otro lado, pero cuesta Pm6.500. Apunta mi teléfono y si lo quieres me avisas para pedirlo”. Después de eso recita de memoria 10 números.

El 10 enero de este año la Fiscalía del Estado realizó un operativo en busca de drogas tras varias denuncias anónimas; aseguraron cinco fincas, tres armas largas y detuvieron a dos personas en posesión de algunas dosis de marihuana.

Además, se detectó “medicamento de dudosa procedencia” (53 bolsas y dos cajas con medicinas caducas, muestras médicas, medicamento perteneciente al sector público, medicina controlada y en mal estado, según el parte policiaco de ese día).

En esa ocasión se informó a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y los cateos continuaron en la tradicional zona de la perla tapatía, aunque esta vez en busca de otro tipo de drogas. Se allanaron 11 fincas y se incautaron 4,5 toneladas de medicamentos.

“Todos trabajan para nosotros”
Unas cuadras más adelante, en la esquina con la calle Pedro Loza, la concurrencia es mayor. Hay al menos cinco grupos visibles, todos van y vienen, platican entre sí, entran y salen de locales que aún conservan desvaídos letreros de antiguas glorias (una paletería, una farmacia o una lonchería) y hoy funcionan como bodegas con las cortinas a medio cerrar.

—¿Qué andas buscando? —ataja un joven de barba.

—Herceptin.

—Es de especialidad. ¿verdad? —dice mientras indica con las manos que nos acerquemos a la banqueta. Toma su celular y marca un número que parece conocer de memoria; se retira para hablar y le indica a un adolescente que espere para conseguir la medicina.

Flaco, entre pelirrojo y rubio, el adolescente asegura que acaba de cumplir 18 años, afirma que en esta esquina se consiguen todos los medicamentos y más baratos que en cualquier sitio del barrio, porque “todos trabajan para nosotros”.

Después va por un engargolado de varias decenas de hojas en donde busca la palabra Herceptin; es un listado de medicinas en el que se indica fórmula y precio en las farmacias. Al no tener éxito se enfada y reflexiona: “no va a aparecer porque es de especialidad” y pide que lo esperen.

Unos 20 minutos después, regresa: “ya me devolvieron la llamada, pero aún no saben si hay, en una hora más o menos me dicen. Apúntame tu teléfono y te llamo”. Hora y media más tarde entra una llamada: “soy el de las medicinas. Esa medicina no está en El Santuario porque es de especialidad, la voy a pedir, pero me tienes que asegurar que la vas a comprar”.

Dice que es la fórmula original, a un costo de Pm 6.500, y promete entregarla en tres horas.

Otros ejemplos
En algunas calles de El Santuario la venta-compra de medicinas apócrifas también se realiza directamente en vehículos; bastan unos cuantos minutos para concretar la transacción, y al estilo de la venta de drogas, en un intercambio rápido se ven manos con cajas entrar a los autos y salir con dinero.

Otros de los medicamentos solicitados son el Eutirox, que sirve para el tratamiento de pacientes diabéticos hipotiroideos. En las farmacias cuesta Pm 900 la caja con 10 tabletas y en esa zona se consigue por Pm200.

También buscan Keppra, para pacientes epilépticos, que tiene un precio regular de Pm1.500 a sólo Pm400.

Nueva dependencia
Según la Cofepris, Jalisco es uno de los estados en donde existe una alta comercialización de medicamentos ilegales; en los dos últimos años aquí se logró incautar 96% de los productos decomisados en todo el territorio nacional.

A finales de 2013, la dependencia informó sobre un decomiso histórico: se aseguraron 166 toneladas de medicina en mal estado, con falta de registros y sin fechas de caducidad; la mayoría eran comprimidos para gastritis, dolores y fiebres.

La Secretaría de Salud estatal, mediante el director de Regulación Sanitaria, solicitó al gobierno federal autorización para crear la Comisión de Protección de Riesgos Sanitarios en Jalisco, entidad que tendría atribuciones similares a las de la Cofepris y se encargaría de la vigilancia sanitaria.

Celso del Ángel Montiel Hernández, director de la dirección de Regulación Sanitaria, explicó que en 2013 se cumplieron los requisitos que hicieron posible la autorización para crear la dependencia; en mayo tendrán oficinas y comenzarán a funcionar formalmente.

“Es un órgano de la Secretaría de Salud en el estado, con autonomía técnica y responsable de la vigilancia sanitaria”.

creado el 12 de Septiembre de 2017